200 formas de decir “gracias”
Llegamos a las 200 ediciones de La Urbe y por eso, queremos decirles GRACIAS. Porque nos dieron un lugar dentro de cada uno de los hogares, porque acompañamos cada uno de sus logros, y sufrimos con sus derrotas, porque nos leyeron y fueron parte de nuestros sueños, porque nos ayudaron a crecer con críticas constructivas (de esas que son una caricia al alma) y porque crecieron con nosotros, acompañando cada uno de los proyectos que intentamos reflejar en nuestras páginas.
Así pasaron años, así pasó y pasa la vida. Así avanzamos, como distrito, juntos muchas veces, así también fuimos parte del crecimiento de cada una de las calles, casas, y familias que todos los días, como nosotros, elijen Almirante Brown para compartir su presente y para delinear su futuro.
Para nosotros es un enorme orgullo que nos hayan permitido ser parte de la historia y de su historia y por eso, lo celebramos con un nuevo formato de nuestra Web: www.laurbedigital.com.ar que pretende (si no es muy pretencioso), que cada uno de los vecinos sea noticia, sea parte y se sienta integrante de nuestro Brown.
Lo festejamos desde todas nuestras herramientas digitales, invitándolos a ser parte, a convertirse en cronistas de su propia historia, a que se comuniquen con nosotros, al Facebook: LaUrbeDigital, y a nuestro Twitter: LaUrbeDigital.
Porque este medio, que hoy llega a las casas desde hace 200 números en formato papel, no es un medio de comunicación para que nosotros editorialicemos fríamente la realidad como la percibimos o como la creemos, sino que nació para que todos podamos contar nuestra historia, que en suma es la historia de una sociedad browniana, que nos hermana y que nos une como partes de un todo.
Por eso creemos que este proyecto es de todos, de cada uno de los que pasan todos los días por los barrios, desde la localidad más equidistante del distrito hasta las más céntrica, para llevar a un hijo al colegio, para ir a trabajar o simplemente para caminar debajo de los árboles. Este es Almirante Brown, un distrito donde el pueblo sigue siendo pueblo, pero siente como familia.