Confirmó la muerte de Charlie Gard

Nuestro precioso bebe se ha ido; estamos tan orgullosos de vos», dijo Connie Yates quien confirmó la muerte de su hijo, de 11 meses, que sufría una rara enfermedad terminal

«Nuestro precioso pequeño se ha ido, estamos muy orgullosos de vos, Charlie». Con estas palabras, Connie Yates, transmitió con esas palabras la noticia que más dolorosa: la muerte de su hijo.

Gard, que iba a cumplir un año el 4 de agosto, sufría de una extraña enfermedad, el síndrome de depleción del ADN mitocondrial, que causa debilidad muscular progresiva en el corazón y otros órganos vitales.

Tras una desgarradora batalla legal que generó un debate a nivel global sobre quién tiene el derecho moral para decidir el destino de un niño enfermo, un juez ordenó ayer que Charlie fuera trasladado del hospital de Great Ormond Street a un hospicio donde el ventilador que lo mantenía con vida sería apagado.

Yates y el padre del bebe, Chris Gard, querían que Charlie se sometiera a un tratamiento jamás probado antes en personas con su condición, en contra del consejo de sus médicos del hospital londinense, que dijeron que no solo no lo beneficiaría, sino que prolongaría su sufrimiento. Charlie necesitaba un ventilador para respirar y era incapaz de ver, escuchar o respirar por sí mismo.

El lunes los padres abandonaron su batalla, admitiendo uno de sus abogados que «el tiempo se había agotado», y tomaron su decisión después de ver los últimos escáneres cerebrales practicados al bebé.

Su última batalla, esta semana, fue que el bebe muriera en su casa, pero eso tampoco fue posible. La justicia rechazó el pedido en base a los argumentos de los médicos sobre la imposibilidad de establecer allí el sistema de respiración artificial.

La larga lucha de sus padres para salvarlo generó una ola internacional de apoyo, que incluyó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al Papa Francisco, que pidieron que se permitiera a los padres hacer todo lo posible para tratara a su hijo. La familia llegó a recoger 1,75 millones de dólares para su batalla legal y médica.