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La mayoría de los argentinos coincide en que las nuevas tecnologías, como la informática, la telefonía celular o la robótica, ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas, pero las cuestionan al sostener que no contribuyen a la generación de vínculos o amistades sólidas.

El rol de las nuevas tecnologías en las vida de las personas fue analizado en sondeo un realizado por la Fundación UADE y la consultora Voices. El 68 por ciento de los encuestados consideraron que las nuevas tecnologías mejoran sus vidas, mientras que para otro 27 por ciento opinó lo contrario. Sin embargo la tecnología pareciera no siempre ser una ayuda ‘per se’, ya que el 66 por ciento también señaló que muchas veces termina por «complicar la existencia» más de lo que la simplifica.

Existe una mirada positiva muy extendida sobre la utilidad de las nuevas tecnologías en asuntos educativos y laborales, donde ocho de cada 10 entrevistados coincidió en que sirve para mejorar la educación o ayudar a estudiar, y un 67 por ciento opinó que ayudan a generar empleo, aunque sobre esto último un cuarto sostuvo lo contrario (25 por ciento). De cara al futuro las opiniones se dividen: un 41 por ciento presagió como una posibilidad concreta que dentro de 30 años la mayoría de las ocupaciones disponibles serán reemplazadas por ‘robots’, mientras que otro 42 por ciento se mostró algo o muy en desacuerdo.

En cuanto al rol del Estado frente al avance de las nuevas tecnologías, los argentinos son contundentes. La gran mayoría señaló que el Estado debería facilitar y fomentar el acceso a las nuevas tecnologías (80 por ciento), pero un 69 por ciento consideró que dicho aumento del acceso debería llevarse a cabo bajo un marco normativo más amplio del que actualmente existe. En lo que respecta a que si las nuevas tecnologías sirven para acercar y mantener contacto con personas que viven lejos, el 87 por ciento se manifestó de acuerdo.

Si bien el 74 por ciento cree que la tecnología es eficaz para generar nuevos vínculos y amistades, otro 54 por ciento también entiende que las nuevas tecnologías impiden la generación de amistades sólidas (contra 39 por ciento que manifiesta lo contrario) lo que permite inferir que, para buena parte de la población, si bien el aporte tecnológico sobre el plano vincular es un gran catalizador de nexos, pueden tratarse de nexos menos profundos que los de las relaciones cara a cara.

Sobre los resultados del informe, Andrés Cuesta, secretario académico de la UADE, señaló: «Existe un consenso bastante amplio sobre la importancia de las nuevas tecnologías en la generación de empleo al tiempo que una proporción importante de los argentinos supone que en el futuro la mayoría de las ocupaciones actuales serán reemplazadas por robots o dispositivos tecnológicos».

«En tal sentido, resulta lógico que el 80 por ciento sostenga que el Estado debería facilitar y fomentar el acceso a las nuevas tecnologías para todos los sectores sociales. En efecto, la alfabetización tecnológica, que incluye y excede a la educación formal, es una demanda social que requiere de políticas públicas sostenidas en el tiempo y con impacto real en la cotidianeidad de la ciudadanía, indicó.

Asimismo, Constanza Cilley, directora ejecutiva de Voices!, manifestó: «Los resultados del estudio muestran que si bien la mayoría coincide en que las nuevas tecnologías ayudan a mejorar la vida en términos generales, también existen cuestionamientos como, por ejemplo, el que contribuyen a generar relaciones interpersonales menos profundas, o que a veces pueden complicarle la vida de las personas» lo que supone que la innovación tecnológica ‘per se’ no garantiza resultados  positivos».