DeepMind, la inteligencia artificial de Google, está creando su propia IA

Sabido es ya que la red neuronal creada por Google, llamada “DeepMind”, es capaz de «soñar», entender los “beneficios” de la traición y hace poco derrotó al mejor jugador de Go del mundo, el chino Ke Jie.

Pero esto no parece ser suficiente para el gigante de Internet, que en la conferencia de Google I / O 2017 la semana pasada, hizo un anuncio que parece sacado de una novela de ciencia ficción.

Sundar Pichai, CEO de la empresa, hizo algunos comentarios sorprendentes sobre AutoML, otra inteligencia artificial que genera capas y capas de códigos complejos y algoritmos para «aprender» sobre su entorno.

Normalmente, cada una de estas capas – segmentos de la totalidad de la IA- tiene que ser elaborada por seres humanos, un trabajo que lleva tiempo.

Sin embargo, Google tuvo consiguió que la IA preexistente creara sus propias capas de código mucho más rápido y con más eficacia de lo que sus técnicos humanos podrían haberlo hecho.

Es decir, la AI de Google se convirtió en su propio creador.

Un comunicado de la empresa lo expresa de esta forma:

«Una red neural de un controlador puede proponer una arquitectura de modelo ‘infantil’ (algo así como crear un niño), que luego puede ser entrenada y evaluada cualitativamente en una tarea particular. Sea cual sea la tarea, la IA controla todo y utiliza la retroalimentación para mejorar el ‘niño’.  Repetimos este proceso miles de veces – generando nuevas arquitecturas, probándolas, y dando esa retroalimentación al controlador (la IA) para aprender».

Hasta ahora, el procedimiento AutoML se aplicó al reconocimiento de imágenes y al modelado de lenguaje.

No obstante, la idea de aplicación es que el usuario pueda comenzar con una IA «cruda», que es capaz de construir código en sí mismo, y en la que cualquiera podría introducir algunos comandos básicos, como si estuvieran colocando un «orden» para un tipo específico de programa de AI a medida. Luego, con el clic de un botón, la IA podría ir y evolucionar por sí misma, convirtiéndose finalmente en el software que el cliente desea.