Empezar el año con ganas
El año 2016 fue difícil, pero no tuvo nada que no podamos dejar atrás los argentinos que estamos acostumbrados a pelearla aún en los momentos más complejos y de menos ganas, y no mostró nada más que no nos permita pensar que, aunque este 2017 (electoral por cierto y en el que ahondaremos próximamente), sea tan o más difícil que ese, tenemos que hacer lo posible para revertir las situaciones que sabemos económica y políticamente complejas, incluso en el inicio del año.
Es cierto que, como ya lo aclaramos en el Editorial anterior, es un año que nacionalmente arroja un saldo negativo y de retroceso. Pero en el medio están las vacaciones, y parte del optimismo que nos convoca y de saber que tenemos que enfrentar un año nuevo de problemas complejos económicos y políticos en el país, tiene que ver con enseñarle a nuestros chicos que la esperanza en el mañana es una garantía para el futuro. Un Estado presente, debería hacerse cargo de esa garantía de nuestros niños, que nos permite soñar en el mañana.
No es fácil equiparar la balanza de la sociedad, sobre todo de una sociedad nacional que está en retroceso en cuanto a igualdad e inclusión social se refiere. Pero podemos encontrar a nivel local algunos logros que apuntan a que todos los vecinos puedan gozar de los mismo beneficios, y a pensar que estar de un lado de la balanza por el azar de la vida, no es una marca de por vida sino, una situación momentánea que puede revertirse con trabajo y esfuerzo.
Esa es la principal verdad que tenemos que trasmitirle a nuestros hijos, y que se ve en las grandes cuestiones pero también en las pequeñas cosas: en tener acceso una educación digna, una salud para todos, entendida como cura pero sobre todas las cosas como prevención de enfermedades, hasta en las pequeñas cosas como poder compartir con los vecinos, no importa su situación económica social momentánea una tarde de recreación, de pileta y de amistad.
Entender esto, es creer firmemente que los chicos, por su calidad de niños, no deberían entender de economía y de poder, y que eso, es si se quiere una protección que tendríamos que proporcionar los padres.