Paraguay: cavan pozos para salvar a cocodrilos al borde de la muerte por la sequía
Decenas de caimanes que se encontraban al borde de la muerte por falta de agua cerca de la comunidad de Fortín General Díaz, en la cuenca del río Pilcomayo (Paraguay) y fueron salvados por la iniciativa de unas cuantas personas de una hacienda.
La misión de rescate consistió en perforar varios pozos para llenar las represas que antes eran destinadas para el consumo del ganado vacuno y donde ahora moran los reptiles. El cauce del río Pilcomayo, que debía correr para esa zona en época de deshielo, fue obstruido por sedimentos que no fueron despejados a tiempo.
“Llevamos a otro sitio el ganado vacuno y dejamos un gran tajamar (pozo) solamente para los cocodrilos”, dijo Alcides González, gerente de la hacienda San José, en referencia a los caimanes, y que administra el terreno de 13.500 hectáreas donde viven varias comunidades de la etnia nivaclé y especies de flora y fauna.
“Como (los cocodrilos) también necesitan alimentos, varios frigoríficos de las colonias menonitas de la zona entregarán carne hasta que el Pilcomayo riegue el territorio con sus aguas”, agregó. Como medida de urgencia, González informó que la hacienda resolvió cavar 18 pozos para llevar agua en camiones cisternas hasta las represas.
La inesperada sequía, que puso en riesgo a los caimanes, tiene una explicación y varios presuntos responsables por la mortandad ocurrida en el lugar. El errático río Pilcomayo, que nace en las estribaciones andinas de Bolivia y sirve de frontera natural entre Argentina y Paraguay, tiene un curso caprichoso, y recibe agua abundante del deshielo de los Andes sólo dos veces por año. Una en abril y la otra en noviembre.
Pero este año, las aguas del deshielo de abril no llegaron hasta la zona del Fortín General Díaz, a unos 450 kilómetros al oeste de la capital Asunción. Las aguas se dirigieron hacia el territorio argentino y no el paraguayo porque, aparentemente, la boca de acceso a Paraguay se encuentra tapada por sedimentos.