Inmigrantes que llegan a Europa, ahora víctimas de violencia sexual

Amnistía Internacional sustenta al menos 40 denuncias de mujeres y niñas.

Las mujeres y niñas refugiadas que huyen a Europa sufren durante el éxodo violencia sexual, incluyendo acoso y explotación, denunció en un informe publicado este lunes la organización Amnistía Internacional.

«Las mujeres y las niñas refugiadas sufren violencia, agresiones, explotación y acoso sexual en todas las etapas de su viaje, también en territorio europeo», advirtió en un comunicado la ONG.

El informe se basó en testimonios de 40 mujeres y niñas migrantes originarias de Irak y Siria, que habían llegado a Alemania y Noruega, tras haber cruzado Europa pasando por Grecia y los Balcanes. «Muchas denunciaron que, en casi todos los países por los que habían pasado, los traficantes, el personal de seguridad u otros refugiados las habían sometido a malos tratos físicos y explotación económica, las habían manoseado o las habían presionado para que tuvieran relaciones sexuales con ellos», dijo el informe.

Tirana Hassan, directora del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional, destacó que estas mujeres dejaron sus países de origen para huir de la violencia, pero desde el inicio de su viaje comenzaron a sufrir nuevas agresiones.

«Desde el mismo momento en que comienzan su viaje vuelven a verse expuestas a sufrir violencia y explotación, sin recibir apenas apoyo o protección», afirmó. El informe destacó que las mujeres y las niñas que viajan solas y las que lo hacen sólo acompañadas por sus hijos se habían sentido especialmente amenazadas en las zonas de tránsito y los campamentos de Hungría, Croacia y Grecia, donde se habían visto obligadas a dormir junto a cientos de hombres refugiados.

Una mujer iraquí de 22 años dijo a la organización que cuando estaba en Alemania, un guardia de seguridad le ofreció darle ropa a cambio de «pasar algún tiempo a solas» con él. «En un centro de recepción de Alemania algunos refugiados las espiaban cuando iban al baño. Algunas habían adoptado medidas extremas, como no comer ni beber para evitar ir al servicio, donde se sentían inseguras», señaló el informe, que pidió a los gobiernos hacer más.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó que en 2015 llegaron a Europa más de 1 millón de migrantes, cinco veces más que el año anterior.