Despidos masivos y suspensión de la Ley de negociaciones paritarias Municipales

Los trabajadores comenzaron a ser la variable de ajuste del Gobierno, que no dudó en implementar medidas para generar despidos masivos en toda la provincia y condiciones de precarización laboral.

Alrededor de 8 mil trabajadores Estatales, en lo que va de este gobierno, han sido despedidos de los municipios de la provincia de Buenos Aires. Fundamentalmente los distritos mas afectados, fueron los de Quilmes, La Plata, Lanus, Esteban Echeverría, Lobos, Escobar, Chivrilcoy y General Madariaga, entre otros.  La realidad de los trabajadores provinciales no es mucho mejor, ya que la decisión de la gobernadora fue suspender sin fecha la negociación paritaria prevista para enero.

En cuanto a los nacionales, algunos organismos comienzan revisiones de los contratos del Estado que de la mano de consultoras privas, analizan la situación de los trabajadores estatales y su continuidad dentro del sistema.

Ante esto, comenzaron las manifestaciones de repudio social a las políticas de achique del Estado que dejan a miles de familias sin sustento y con el cartel de “ñoqui”, que remite al peor momento de la historia; y las brutales represiones de un Gobierno que se dijo de escucha y reprime de forma autoritaria, que se dijo falto de soberbia y gobierna sin pasar por el congreso y sin escuchar opiniones sobre sus actos.
A principios de esta semana, los trabajadores de Esteban Echeverría fueron protagonistas de una brutal golpiza que se llevó a cabo durante la protesta por despidos que efectuaban en las puertas de la Municipalidad, hace unas semanas los trabajadores de Cresta Roja sufrieron el mismo destino, agregando balas de goma y camiones hidrantes.

Esa misma situación fue la de 200 trabajadores despedidos municipales que hoy estaban reclamando en las puertas de la Municipalidad de La Plata y que sufrieron una brutal represión.

La excusa siempre es la misma “no era ideal la represión, pero la situación lo ameritó”, cuestión que deja claro que la contención de la protesta social no es la mejor arma de este gobierno, o no es una metodología que se planee usar. El saldo de la represión platense es al menos 6 heridos de gravedad y mucha indignación y bronca. Lejos quedó un canal de diálogo para con los trabajadores despedidos.

Las justificaciones sobre el hecho no solamente ya no alcanzan, sino que pretenden tapar el sol con un dedo: los twitts del intendente Julio Garro son claros “son punteros de la vieja política, no se los ve preocupados por su continuidad laboral”. La pregunta es qué tendría que haber visto el intendente para pensar que los trabajadores estaban preocupados, ya que aparentemente no es una movilización en repudio una muestra clara y suficiente de preocupación, expresada en las calles.