Declaró el Prefecto Ruata / La zona fue rastrillada 2 veces y tenia 1.4 metros de profundidad
El prefecto Ruata dio detalles al juez Lleral sobre el lugar donde encontraron el cuerpo de Maldonado. El juez le tomó ayer declaración al prefecto responsable del rastrillaje en el río Chubut. Aseguró que la zona no tenía pozos, que la profundidad no superaba 1,40 metro y que el agua era cristalina. Además, por ahí ya habían buscado.
Desde Esquel
El juez Gustavo Lleral le tomó declaración testimonial al prefecto Leandro Ruata, responsable del rastrillaje sobre el río Chubut realizado el pasado 17 de octubre, a partir del cual se encontró el cuerpo de Santiago Maldonado. Los detalles brindados ayer al magistrado, que forman parte de un informe elaborado por escrito, permiten comprender mejor el contexto del operativo, sus resultados y el escenario donde se produjo la represión de la Gendarmería el pasado 1 de agosto. Ruata y los otros dos prefectos que participaron de la testimonial, Ángel Gómez y un tercero de apellido Bonini, indicaron que la profundidad del agua no superaba el metro cuarenta y que durante el anterior rastrillaje, es decir el realizado el 18 de septiembre, la profundidad llegaba al metro. Lo mismo ocurría el 1 de agosto. De esta manera quedó confirmado que la zona donde fue hallado el cuerpo de Santiago había sido rastrillada con anterioridad. Además, indicaron que en los anteriores operativos el agua era casi transparente, por lo que podía verse el fondo por su bajo caudal, incluso desde la orilla. En la zona donde se produjo la represión y por donde cruzaron los integrantes de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen y por donde intentó hacerlo Santiago no había pozones.
El cauce del río Chubut que cruza la Pu Lof en Resistencia Cushamen no tenía más de un metro de profundidad al momento de la represión de la Gendarmería que desembocó en la desaparición forzada de Santiago Maldonado, causa que ahora investiga Lleral (Expediente 8232/2017). En los rastrillajes realizados el 16 de agosto y 18 de septiembre, la profundidad era la misma, el agua era cristalina, por lo que la visibilidad desde la costa era óptima, según indicaron los prefectos en su informe.
Los datos brindados por los testigos no permiten sacar conclusiones taxativas pero sí abonan ciertas preguntas: ¿por qué si el río tenía una baja profundidad, su corriente era escasa, la visibilidad era óptima y en la zona donde ocurrió la represión no había pozones, no pudo divisarse antes el cuerpo de Santiago Maldonado? Estas preguntas deberían tener algunas respuestas, quizás, una vez concluidos todos los estudios científicos vinculados a la autopsia.
Más allá de estos datos concretos que permiten construir parte del contexto, Ruata insistió, tanto en su primera declaración ante Lleral que consta en las fojas 3632/3634, como en la testimonial de ayer, que para tener un 100 por ciento de seguridad lo recomendable es realizar entre 5 y 10 rastrillajes sobre una misma zona.
Según la declaración de Matías Santana, efectuada el 5 de septiembre, Santiago intentó cruzar el río y al no poder hacerlo, regresó hacia la costa. Cuando lo hizo, sobre su espalda había un grupo de gendarmes disparando sus escopetas anti tumulto (Darío Zoilán), tirando piedras y gritando. Juan Carlos Peloso fue quien gritó “tenemos a uno” y Ramón Vera tuvo el gesto de sacarse parte de su ropa para tirarse al agua. Según los testimonios de la comunidad, Santiago logró llegar hasta los sauces.
Tanto Ruata como los otros dos prefectos que declararon ayer dejaron entender, de manera explícita, que no había pozones. ¿Qué quiere decir esto? Descartada la corriente lógica de un río, era factible cruzarlo a pie. De hecho, ninguno de los buzos que participó del último rastrillaje llegó a realizar prácticas de buceo ya que la profundidad no lo permitía.
Según indicaron ante el juez Lleral, en el único lugar donde habían detectado un pozón de aproximadamente dos metros de profundidad (medida que es relativa en función del caudal del río) era “cerca del puesto quemado”. Esto es a 5 kilómetros río abajo de donde hallaron el cuerpo de Santiago.
Por otro lado, los prefectos le indicaron al juez que en el lugar del hallazgo el agua estaba estancada, es decir que no había corriente. La zona era pedregosa y arcillosa. Tampoco estaba enmarañado en ramas.
Otro de los aspectos que resaltaron fue el color del agua. En los otros rastrillajes el agua era cristalina, como se mencionó anteriormente. Los que participaron de los otros operativos podían observar de manera nítida el fondo desde la orilla. Pero en el rastrillaje del 17 de octubre el agua era “más turbia”. ¿Por qué? ¿Por el deshielo? La empresa Compañía de Tierras del Sur, es decir el Grupo Benetton, posee un sistema de control del cauce del río para derivar agua hacia sus zonas productivas. Las compuertas que utiliza están sobre El Maitén, a 40 kilómetros de la Pu Lof pero cada vez que la empresa almacena agua y la larga para su uso empresarial todo el cauce del río es afectado y removido. ¿Será este el motivo por el cual los prefectos divisaron agua turbia (¿removida?) durante el rastrillaje del 17 de octubre?