Pequeñas acciones hacen grandes planes
Por supuesto, el carnaval argentino no es una novedad para los ciudadanos de nuestro país. Sin embargo, lo que si demuestra una clara iniciativa política de avanzar en un proyecto inclusivo, es la firme decisión de festejarlo con todas las localidades del distrito. Así es como, llevar espectáculos y alegría en forma gratuita y libre a cada rincón del distrito, es parte de la decisión de mostrar que todos somos parte de un proyecto colectivo, que nos encuentra juntos en pos de un mismo objetivo.
Es una partecita, apenas visible de nuestra vida en comunidad, pero que aporta la posibilidad de que nuestra cultura también sea protagonista de un cambio que acuñemos juntos. Así, en cada acción compartida, se va acuñando una mirada común que naturaliza un nuevo contrato social inclusivo, igualitario, referencia de un nuevo tiempo político de la historia.
Son esas pequeñas acciones, que colectivizadas en cada uno de los rincones pueden hacer la diferencia. Salir de los centros más poblados urbanos, ir hacia donde hay quienes todavía no pueden acceder, hacerlos parte del mismo proyecto, configurando una nueva demografía, una nueva mirada de los espacios urbanos.
Hacerle caso a las enseñanzas que nos ha dejado la pandemia, porque si de algo tiene que haber servido tanto dolor.
La necesidad de descomprimir los centros urbanos tiene que ser un proyecto planificado, pero también naturalizada con pequeñas acciones como esta, acompañada por el Estado. Porque descomprimirlos centros urbanos también está necesariamente relacionado con acceder en otras demografías de las mismas opciones que los centros urbanos.