Es tiempo de esperanza, es tiempo de vacunas
Con este nuevo año, también se abre un tiempo de esperanza. La vacunación está en marcha, con un importante lanzamiento en la zona metropolitana y en AMBA, pero también con el firme compromiso de que gran parte de la población más vulnerable al virus, pueda estar vacunada para mediados del año próximo. Entendiendo que el proceso es complejo, y que necesita de una logística avanzada, cada uno desde su lugar puede colaborar.
Por eso, es que necesitamos multiplicar nuestros esfuerzos, para reivindicar la salida de esta profunda crisis social que está viviendo el mundo entero sumada a una depresión económica que en nuestro caso, ya se venía profundizando previamente con los últimos años previos de neoliberalismo y de recesión económica.
Pero la vacuna sólo va a ser una solución, si mientras avanza la vacunación somos conscientes todos los vecinos de la necesidad de seguir cuidándonos para llegar a la mayor cantidad de vacunados sosteniendo un sistema sanitario fuerte y lamentando el menor número de víctimas posible. El mundo está reaccionando, el nuevo brote de Europa ya ha llegado a la Argentina y la segunda ola del virus sólo se revierte con la responsabilidad de vivir con las medidas sanitarias.
Este es un año donde las posibilidades vuelven a florecer y la esperanza se acumula al tiempo que crecen las chances para que prontamente dejemos atrás esta pesadilla pandémica. Es un año donde posiblemente vuelvan a funcionar las escuelas, y la presencialidad tan esperada se resuelva para acortar las distancias de lazos entre quienes no podemos vernos y seguimos separados en el camino de no exponernos, de cuidarnos los unos a los otros.
Mientras tanto, nos seguimos cuidando, seguimos respetando las distancias entre los vecinos, seguimos utilizando el tapa bocas, e higienizándonos para cortar la propagación del virus y para poder seguir con esta apertura económica que, de a poco pero a paso firme, nos promete reinventar nuestra nación, para convertirla en soberana.