Incluir a los niños es una tarea impostergable
La importancia de la conectividad y de la infraestructura en los barrios y en los territorios más alejados de las localidades cabeceras en los distritos, quedó puesta de manifiesto no solamente con la pandemia y la posibilidad de las comunicaciones, sino también en la necesidad de los más chicos de no perder ante la lejanía el vínculo con la escolaridad que se sostuvo gracias a la buena predisposición de los trabajadores de la educación y de los gobiernos, y la conectividad y la actualización tecnológica que se pudo llevar a cabo.
Pero lamentablemente, también quedó de manifiesto que no solamente en materia de salud paso una pandemia de cuatro años de neoliberalismo, sino también en el ámbito de la educación, eliminando totalmente el programa CONECTAR IGUALDAD que permitía la alfabetización digital de los niños y niñas, que no tenían recursos para acceder por sí mismos a las herramientas necesarias.
En ese sentido, es que desde el 20 el mayo, fecha en la que apareció el ASPO y se hizo necesario dejar de salir a la calle para mitigar los efectos de la pandemia, también se hizo tangible la brecha que se profundizó en los últimos años. Aún con los grandes esfuerzos para no perder el vínculo escolar de quienes tienen la responsabilidad de llevar adelante ese vínculo, lo cierto es que muchos de esos niños y niñas quedaron alejados de la educación formal.
Para revertir ese proceso no alcanza con hoy poder ir a buscar a esos niños a cada una de los territorios, política que se está llevando a cabo con un gran éxito, sino que es necesario también un plan que permita que esos territorios, ante una eventual vuelta a “quedarse en casa”, tengan herramientas de conectividad susceptibles a resolver la situación general.
Por ello, es tan importante el programa que llevará adelante el ENACOM que impactará en más de 4.400 villas y barrios populares de Argentina que podrán acceder a Internet a través de propuestas comunitarias presentadas ante el Ente, con una línea de financiamiento de mil millones de pesos, para solventar obras de infraestructura para ampliar o lograr conectividad a la red y generar puestos de trabajo para quienes habitan esos territorios.
La iniciativa surgió del Programa de Conectividad para Barrios Populares, aprobado en junio de este año por ese organismo «para llevar conectividad a los barrios y asentamientos que figuran en el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap) y ascienden a 4.416 a lo largo y ancho del país». En ese caso, también una nueva iniciativa para garantizar un piso de acceso a quienes se vieron excluidos en este último proceso.