Sputnik V y la carrera por la vacuna contra el coronavirus
La vacuna rusa se convirtió en uno de los ejes de la disputa geopolítica entre Rusia y Estados Unidos, en la que tercia también China.
La vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus se convirtió en uno de los ejes de la disputa geopolítica entre Rusia y Estados Unidos, en la que tercia también China, marcada por el recuerdo de la carrera por la supremacía espacial entre Washington y Moscú durante la «Guerra Fría».
El anuncio realizado el martes por el Kremlin aceleró la competencia por lograr una vacuna contra la Covid-19, cuyo epicentro mundial continúa localizado en Estados Unidos, donde hay 5.3 millones de infectados y más de 168.000 muertos, según informes de la universidad estadounidense Johns Hopkins.
El mismo día en que el Gobierno de Vladimir Putin informó de la vacuna, el presidente estadounidense Donald Trump señaló que la Casa Blanca está «muy cerca» de aprobar un medicamento contra el coronavirus, tras alcanzar un acuerdo con el laboratorio Moderna por 1.500 millones de dólares.
El nombre Sputnik no fue seleccionado al azar. Recuerda la puesta en órbitra de un pequeño satélite que constituyó la primera victoria de la ex Unión Soviética en la carrera espacial, el 4 de octubre de 1957.
Este hito soviético, realizado durante la carrera tecnológica en la Guerra Fría, lastimó el orgullo nacional de los estadounidenses, quienes debieron soportar también la puesta en órbitra del primer ser humano en el espacio, el soviético Yuri Gagarin, el 12 de abrirl de 1961.
Finalmente, Estados Unidos pasaría a tomar la delantera con la llegada del primer hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969.
«Efectivamente, el tema de la vacuna se convirtió en un eje de disputa geopolítica, que no solo involucra a Rusia y a Estados Unidos, sino que hay otros países compitiendo por los mismos intereses (entre ellos China y la Unión Europea (UE)», dijo a Télam Patricio Giusto, director del Observatorio chino-argentino.
Sin embargo, el analista internacional opinó que «no ve que el tema genere una rispidez adicional entre Estados Unidos y Rusia, porque la disputa en todo caso está relacionada con otras cuestiones, como el desarrollo misilístico y la ciberseguridad».
«Yo veo más bien una tendencia a la cooperación que a la confrontación con esto de las vacunas entre Rusia y China,a raíz de los nuevos acuerdos firmados en los últimos meses, referidos no solo a temas sanitarios sino a otros aspectos también, incluso la seguridad», apuntó.
En cuanto al rol que cumple China para hacer frente al coronavirus, Giusto señaló que Beijing «tiene dos vacunas que están en desarrollo en este momento, una de ellas muy avanzada con la participación del Ejército», y señaló que, «probablemente, antes de fin de año, uno de estos dos proyectos va a estar listo».
«Seguramente, las vacunas chinas tendrán mayores condiciones de seguridad que la vacuna rusa, que ha generado muchas polémicas y que ha tenido muchas críticas en ese sentido», afirmó.
Esta semana, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, rechazó que su país mantenga una Guerra Fría 2.0 con Beijing, durante un discurso pronunciado ante el Senado de la República Checa, en medio de una gira por Europa Central.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el comercio entre dicha región y China llegó en 2018 a 307.000 millones de dólares, y ubicó al gigante asiático como segundo socio comercial de la región.
De todos modos, Estados Unidos sigue siendo, por ahora, el principal destino de las exportaciones latinoamericanas.
Por su parte, el director de la Maestría en Defensa de la Universidad de la misma disciplina (Undef), Juan Battaleme, dijo a Télam que «la analogía con la carrera espacial no es válida, desde mi punto de vista, porque empezó con los rusos ganando, pero los estadounidenses lograron un objetivo de última, que es poner un hombre en la Luna».
Aun así, el analista señaló: «Efectivamente, hay una nueva carrera en el caso específico de la vacuna contra el coronavirus, porque la Organización Mundial de la Salud (OMS), que debería haber coordinado de manera más activa todos los esfuerzos, quedó siempre en controversia con los grandes poderes».
«Es muy común hablar de Guerra Fría. Pero yo creo que deberíamos hablar de Guerra Fría 2.0 (China versus EEUU), en tanto y en cuanto Rusia no está en el negocio de enfrentarse tan abiertamente con Washington, sino en reconstituirse como potencia», opinó.