Amor. Boda. Azar intenta explorar con humor un universo de posibilidades
Una boda en Italia es escenario de múltiples enredos y juegos temporales en Amor. Boda. Azar., la nueva comedia romántica de Netflix.
El catálogo de Netflix es pródigo en películas de comedia y de romance, como también de cintas que son parte del subgénero nacido de su mezcla: el denominado rom-com -de romantic comedy en inglés-, cuya más nueva adición lleva por título Amor. Boda. Azar.
Un singular nombre para una no menos singular realización cuyo inicio se ambienta hace cinco años en Italia, cuando el inglés Jack (Sam Claflin) está a punto de declararse a Dina (Olivia Munn), una de las amigas de su hermana, antes de viajar de vuelta a Inglaterra.
Sin embargo, la aparición de un antiguo compañero de escuela de Jack aborta sus intenciones. Tras esto, la narración de Amor. Boda. Azar. lleva al espectador al presente, cuando Jack está a punto de llevar a su hermana Hayley (Eleanor Tomlinson) al altar.
Esta última contraerá matrimonio con el italiano Roberto (Tiziano Caputo) en un bello palazzo en las afueras de Roma. En el lugar se efectuará la boda como también la fiesta, en compañía de los familiares de Roberto y los amigos ingleses de Hayley.
Pero la joven ve con sorpresa y algo de horror cómo aparece en el lugar Marc (Jack Farthing), un compañero de colegio que asegura ser su verdadero amor. Ante el peligro que representa su llegada para la realización de su boda, ella le pide ayuda a su hermano.
La idea es que Jack se acerque antes que los otros invitados a la “mesa de los ingleses” y agregue a una de las copas donde se sentará Marc algunas gotas de un sedante. Pero la aparición de un grupo de niños cambiará todo el plan y el relato de Amor. Boda. Azar.
Esto, porque los pequeños mueven los papeles con los nombres de los invitados y sus ubicaciones, y no es Marc quien toma el calmante sino Bryan (Joel Fry), un actor inglés amigo de Jack y que además es la “dama de honor” de Hayley.
Con este inocente cambio de puestos en una de las mesas se pone en marcha una serie de situaciones absurdas, que tienen como protagonistas a Jack, Bryan y Marc, como también al resto de los asistentes británicos a la ceremonia.
Entre ellos la ex novia de Jack, Amanda (Freida Pinto), junto a su nueva pareja, el locuaz Chaz (Allan Mustafa); el solitario Sidney (Tim Key), la inusual Rebecca (Aisling Bea) y Dina, quien a pesar de ser estadounidense es parte del grupo de amigos de Hayley.
Pero, como asegura la voz en off que relata Amor. Boda. Azar., un pequeño cambio en el destino puede hacer que todo sea completamente diferente. Aquí el relato realiza un viaje al pasado reciente, haciendo que sea Jack quien se tome las gotas para dormir.
De esta manera la comedia dirigida por el guionista Dean Craig, quien debuta aquí como realizador, ofrece una nueva y divertida mirada a los hechos, donde los personajes protagonizan otra alocada versión de lo antes conocido.
Una suerte de relato del absurdo ambientado en una ceremonia, que recuerda mucho a otra cinta escrita por Craig: Muerte en un funeral (2007), donde el sepelio de un maduro padre de familia se convierte en el eje de disparatadas situaciones y revelaciones.
Un par de ingredientes que también son claves en Amor. Boda. Azar. y que la convierten en una nueva y original comedia romántica, con algo de dos diferentes y buenos ejemplos del humor en pantalla: El día de la marmota (1993) y Cuatro bodas y un funeral (1994).