Glew: una de las localidades consideradas cuna del arte
Glew es una de las localidades más importantes del distrito, que guarda con recelo grandes obras de arte, para que sus vecinos puedan disfrutar.
La localidad se encuentra dividida en los barrios de Almafuerte, Centro, El Castillo, El Telepostal, El Progreso, Gendarmería, Gorriti, Ipona, Kanmar, Las Calandrias, Los Álamos, Los Aromos, Parque Roma, Santa Ana, UOCRA, UPCN y Villa París,
Constituida principalmente por tierras denominadas llanos, carentes de formaciones elevadas notorias, se alza la localidad hoy conocida por el nombre de Glew, que guarda dentro de si los suspiros de uno de los artistas más importantes que pisó las calles del distrito: Raúl Soldi . Sus tierras son aptas para el cultivo y la cría de ganado. El suelo es rico en minerales y las napas se encuentran a poca distancia de la superficie, lo que facilita la extracción de agua. En sus orígenes las aguas eran aptas para el consumo humano, pero debido al constante crecimiento de la población fueron contaminándose, quedando sólo algunas regiones con aguas puras.
La localidad fue una vez cambiada de nombre a Cambaceres, en honor al legislador fallecido; pero como lo demuestra la actualidad, esa iniciativa no duró y regresó a su anterior denominación.
En 1857 don Juan Glew, adquirió las tierras de la localidad que hoy lleva su nombre. El lugar comenzó a conocerse como «Estancia de Juan Glew», que estaría ubicada en lo es actualmente la calle Avellaneda, con cuatro puestos de colonos llamados: Centinela, Tacuarembó, Chuquisaca y Ombú.
El Camino Real, que en sus orígenes pasaba por Rivadavia, pasó a ser la Ruta 210. El pueblo de San Vicente figuraba como zona rural.
Juan Glew edifica en Avellaneda y Moreno, frente a la estación, el primer almacén de ramos generales y vende parte de las tierras al Ferrocarril del Sud. Esa venta fue reglada en dicha fecha ante el escribano Francisco Castelloti por un precio total de 8000 pesos. En marzo de 1865, don Juan Glew donó un terreno de su propiedad para las vías y la estación del futuro Ferrocarril Sud.
Desaparecido don Juan Glew, la vieja estancia fue alcanzada por el progreso con la entrada de las vías del ferrocarril y se fue dividiendo en las parcelas que dieron origen al pueblo. Sus descendientes dividieron el campo heredado y se adjudicaron distintas fracciones. Una parte del campo dio origen a la primera formación del pueblo, hoy llamado «Pueblo Viejo» comprendido entre las vías del ferrocarril y del camino general a la Capital Federal (ruta provincial 210). Esta fracción de terreno apareció con el nombre de «Pueblo de Cambaceres» después del fallecimiento del legislador Antonio Cambaceres, vinculado al lugar por su establecimiento de campo, próximo al pueblo. Es probable que, en homenaje al legislador, los martilleros denominaron con su nombre los terrenos que lotearon.
Al transcurrir los años, la estancia de J. Glew se fue transformando en un conjunto de chacras y tambos, gracias al trabajo de esforzados hombres afincados en el lugar, como don Jacinto Calvo.
Años después, los terrenos ubicados al este de las vías del tren, dieron origen al llamado «Pueblo Nuevo de Glew». El nuevo pueblo crece poco a poco, más comercial, va aumentando la población y con ello la necesidad de fundar escuelas. Sarmiento firmó el edicto para la fundación de la Escuela Nº 4 en Ministro Rivadavia, y en 1905, se trasladó a Glew.