Violencia institucional: un policía de la ciudad le disparó tres veces a un hombre en situación de calle en Constitución

Un efectivo de la Policía de la Ciudad hirió de gravedad a un joven tras intervenir en una pelea callejera en el barrio de Constitución. Organizaciones sociales denuncian un nuevo caso de gatillo fácil bajo la gestión de Jorge Macri.

La violencia institucional vuelve a sacudir el sur de la Ciudad de Buenos Aires. En la tarde del pasado domingo, un nuevo episodio de uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía de la Ciudad dejó a un hombre en situación de calle en estado crítico. El hecho ocurrió alrededor de las 14:30 en la intersección de las calles Salta y Constitución, un área de alta vulnerabilidad social donde la actuación policial quedó bajo la lupa de organismos de derechos humanos.

Crónica de un ataque a quemarropa

Según el testimonio de Georgina Orellano, secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), el incidente se originó a partir de una disputa entre dos jóvenes. Uno de ellos, quien reside en una pensión local, habría salido del lugar con un cuchillo para defenderse en medio del conflicto. En ese momento, un oficial de la Comisaría C que se encontraba en una pizzería cercana intervino de forma letal.

De acuerdo con las denuncias, el efectivo disparó tres proyectiles contra el joven sin mediar palabra ni intentar una reducción no letal. Uno de los impactos alcanzó el rostro de la víctima, quien fue trasladada de urgencia y permanece internada con pronóstico reservado. La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) confirmó que el estado del herido es de extrema gravedad y catalogó el hecho como una clara práctica de «gatillo fácil».

El reclamo de las organizaciones sociales

Durante la noche del domingo, vecinos, activistas de AMMAR y referentes territoriales se concentraron en el lugar de los hechos para exigir justicia. El malestar en el barrio es creciente; los manifestantes denuncian que existe un «libre camino» para la violencia contra sectores populares, incluyendo personas en situación de calle, migrantes, trabajadoras sexuales y población travesti-trans.

«Parece que hay vidas descartables que no valen y ese es el nuevo orden social», sentenció Orellano durante la protesta. La preocupación central radica en lo que las organizaciones describen como una intensificación del hostigamiento policial en los barrios del sur porteño, amparado por las directivas de seguridad de la actual gestión municipal.

Un patrón de conducta en la fuerza porteña

Este suceso no es un hecho aislado. Se suma a la reciente muerte de Juan Gabriel González en la Villa 20 el pasado 25 de diciembre, donde otro efectivo de la misma fuerza disparó a quemarropa a un hombre desarmado durante una discusión. En aquel caso, la evidencia fue tan contundente que el policía fue pasado a disponibilidad de manera inmediata.

La repetición de estos episodios en menos de una semana reaviva el debate sobre los protocolos de actuación de la Policía de la Ciudad y la formación de sus agentes para el manejo de conflictos en la vía pública. Mientras el Gobierno porteño, encabezado por Jorge Macri y su secretario de Seguridad, Maximiliano Piñeiro, sostiene un discurso de «orden», los organismos de derechos humanos alertan sobre un costo humano que sigue cayendo sobre los sectores más desprotegidos de la capital.