Gatos solos: lo que dice la ciencia sobre su independencia y la ansiedad por separación
Aunque la percepción popular los ve como ermitaños, la ciencia demuestra que los gatos solos por mucho tiempo pueden sufrir ansiedad por separación, afectando su bienestar. Los especialistas recomiendan no dejarlos sin supervisión por más de 24 horas.
La verdad sobre la independencia felina
El gato doméstico ha sido históricamente idealizado como el epítome de la independencia animal: autosuficiente, amante de la soledad y con escasas necesidades afectivas. Esta percepción, sin embargo, está siendo rebatida por la investigación científica en comportamiento animal. Aunque es cierto que disfrutan de la tranquilidad y son menos demandantes que otras mascotas, la idea de que pueden ser gatos solos durante largos periodos sin consecuencias emocionales es un mito que necesita ser desterrado.
Contrario a la creencia popular, las necesidades sociales y afectivas de los felinos son fundamentales para su bienestar físico y mental, aunque se manifiesten de manera más sutil que en los perros.
Un estudio realizado por la Universidad Juiz de Fora, en Brasil, arrojó un dato crucial: al menos uno de cada diez gatos puede desarrollar un cuadro de ansiedad por separación cuando su familia se ausenta por demasiado tiempo. Esta condición subraya que la convivencia diaria, el juego y las caricias son estímulos esenciales para su equilibrio emocional.
El límite de 24 horas: la clave de la supervisión
Frente a la pregunta recurrente de los dueños sobre cuánto tiempo es seguro dejar a sus gatos solos, los especialistas son claros y cautelosos. La recomendación general es que un gato no debe pasar más de 24 horas sin supervisión.
Dejar suficiente alimento y agua fresca puede resolver las necesidades fisiológicas, pero no aborda las necesidades etológicas y sociales del animal. La interacción, el juego y la compañía son estímulos vitales para prevenir el aburrimiento, la frustración y el desarrollo de problemas de comportamiento.
Para aquellos dueños que tienen una alta frecuencia de viajes, esta recomendación se vuelve aún más crítica. La ausencia constante y prolongada puede cimentar la sensación de abandono y activar la ansiedad por separación.
Estrategias para dueños que deben ausentarse
Si bien la mejor solución es evitar ausentarse por periodos mayores a las 24 horas, la vida moderna a menudo impone compromisos de viaje. En estos casos, los especialistas ofrecen alternativas concretas para garantizar el bienestar emocional del felino y evitar que se convierta en uno de los gatos solos con riesgo de desarrollar problemas:
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Pensión especializada: Optar por una pensión o guardería felina que ofrezca un entorno seguro, controlado y con estímulos constantes.
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Apoyo familiar o social: Pedir apoyo a un amigo o familiar que pueda alojar temporalmente al gato o, idealmente, que viva en el domicilio temporalmente.
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Visitas diarias esenciales: Si ninguna opción anterior es viable, es crucial que una persona de confianza visite al gato al menos una vez al día. Esta visita debe ir más allá de solo reponer comida; debe incluir un tiempo de juego, caricias, revisión de su estado general y, fundamentalmente, compañía.
La implementación de estas pequeñas acciones puede hacer una diferencia significativa. Garantizar la presencia humana y la interacción diaria no solo ayuda a prevenir la ansiedad por separación, sino que también reduce la posibilidad de que el gato desarrolle, a largo plazo, comportamientos problemáticos como destructividad, vocalización excesiva o eliminación inadecuada.
