Netflix: El thriller psicológico «El buen mentiroso» con Helen Mirren e Ian McKellen que te atrapa con un final inesperado

Un thriller psicológico de 2019, protagonizado por las leyendas Helen Mirren e Ian McKellen, escaló al top de lo más visto en Netflix con una tensa trama sobre un estafador profesional y una viuda adinerada, donde nada resulta ser lo que parece hasta su sorprendente desenlace.

Netflix, la plataforma líder en streaming, ha vuelto a demostrar su capacidad para revivir producciones que pasaron desapercibidas en su lanzamiento original. Este es el caso de «El buen mentiroso» (The Good Liar), una película de 2019 que, tras su reciente incorporación al catálogo, ha conquistado rápidamente a los suscriptores, escalando al top de los contenidos más vistos. El éxito de este film radica no solo en la presencia de dos figuras de peso y trayectoria inigualable, Helen Mirren e Ian McKellen, sino en una trama de engaño psicológico que mantiene al espectador en vilo hasta el último minuto.

Lejos de ser un thriller de acción tradicional, «El buen mentiroso» se destaca por su inteligente desarrollo, su atmósfera de tensión creciente y un giro argumental final que ha logrado sorprender incluso a los cinéfilos más experimentados en el género de misterio.

El arte del engaño: Sinopsis de «El buen mentiroso»

La película está basada en la aclamada novela homónima de Nicholas Searle. La sinopsis oficial de Netflix introduce el conflicto central: “Un astuto estafador pone los ojos en una profesora viuda de Oxford con una jugosa cuenta bancaria. Pero con esta víctima nada es lo que parece”.

La historia presenta a dos personajes magnéticos, ambos en la tercera edad: Roy Courtney (interpretado por Ian McKellen), un hombre con un pasado turbio y un presente dedicado a la estafa, y Betty McLeish (encarnada por Helen Mirren), una viuda adinerada y solitaria que reside en Oxford.

El juego del gato y el ratón

El encuentro inicial de los protagonistas se da a través de internet. Roy, con su encanto y amabilidad calculada, logra concretar una cita con Betty. La relación avanza con notable rapidez: él se presenta como el hombre atento, interesado y afectuoso que ella necesita. Betty, confiada y aparentemente ingenua, no tarda en abrirle las puertas de su vida y su casa, dándole acceso a su mundo.

Sin embargo, el espectador es consciente desde el inicio de las verdaderas intenciones de Roy: es un estafador profesional y frío que ha puesto la mira en la considerable fortuna de Betty. Su objetivo es acercarse lo suficiente para manipularla y, finalmente, quedarse con su dinero.

Tensión psicológica y el giro inesperado

Lo que comienza como un simple caso de engaño con fines de lucro se transforma rápidamente en un complejo juego de espejos. A medida que Roy ejecuta su plan, la trama comienza a revelar grietas e inconsistencias que sugieren que Betty podría no ser la víctima simple y confiada que aparenta.

La película, dirigida por Bill Condon, explora la tensión psicológica entre los dos protagonistas, elevando el misterio sobre las verdaderas motivaciones de cada uno. La solidez interpretativa de McKellen, quien encarna al estafador con una mezcla de fragilidad y frialdad, se complementa a la perfección con la maestría de Mirren, cuya interpretación de la viuda oscila entre la vulnerabilidad y una sabiduría enigmática.

El punto culminante de «El buen mentiroso» reside en una serie de revelaciones inesperadas que alteran por completo la narrativa, demostrando que el título de la película aplica a más de un personaje. El desenlace no solo sorprende por su giro argumental, sino que obliga al espectador a reinterpretar cada escena previa, redefiniendo quién es realmente el depredador y quién es la presa. Es precisamente esta complejidad narrativa y la potencia de su reparto lo que le ha permitido al thriller capturar la atención de la audiencia de Netflix y consolidarse como uno de los contenidos más consumidos del momento.