Destrucción de empleo registrado: Se perdieron más de 13.000 puestos en agosto y la precariedad laboral crece bajo la gestión de Milei
El mercado laboral profundizó su deterioro en agosto con la pérdida de $13.062$ empleos registrados, marcando una caída del $2,2%$ de los puestos asalariados formales desde noviembre de $2023$. Los trabajadores expulsados se refugian en el monotributo, elevando la precariedad.
La destrucción de empleo registrado acelera su ritmo: el país ya perdió más de 223.000 puestos formales desde el inicio del gobierno de Javier Milei
El mercado laboral argentino ha profundizado su crisis, revelando un deterioro sostenido que atraviesa toda la gestión del presidente Javier Milei. Los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) confirman que, solo durante agosto, se destruyeron 13.062 empleos registrados en la medición desestacionalizada. Esta cifra se inscribe en una tendencia de contracción que acumula una pérdida de 223.796 puestos de trabajo asalariados formales entre noviembre de $2023$ y agosto de $2025$, lo que representa una caída del $2,2\%$ del empleo con derechos.
Mientras los asalariados formales sufren la peor parte, la inscripción al monotributo creció en $121.740$ personas (un $6\%$) en el mismo período. Este fenómeno no implica una expansión genuina de la actividad independiente, sino que evidencia un movimiento regresivo: una porción significativa de los trabajadores expulsados del empleo registrado se reinserta en esquemas de mayor precariedad, sin la garantía de aportes jubilatorios completos, obra social de calidad o vacaciones pagas. Esta precarización se convirtió en la válvula de escape ante la falta de oportunidades formales.
La intensificación de la caída: el sector privado, el más golpeado
La contracción del trabajo formal se ha intensificado notablemente a lo largo de $2025$, registrando bajas en seis de los primeros ocho meses del año. En la última medición de agosto, el sector privado fue el principal damnificado con 10.555 empleos menos. Le siguieron el sector público, que redujo su planta en $1.735$ puestos, y el empleo en casas particulares, con una pérdida de 772 puestos.
Este deterioro coincide con un clima económico de alta incertidumbre, marcado por la volatilidad en las tasas de interés posterior a la eliminación de las LEFIs (Letras del Banco Central) y un crédito que se ha frenado abruptamente. Los efectos acumulados de estas políticas se reflejan en la destrucción de empleo registrado a lo largo de la administración libertaria, afectando de manera desproporcionada a ciertos segmentos:
-
Casas particulares: 24.714 puestos
-
Sector privado: 38.573 puestos
-
Sector público: 60.509 puestos
Peor nivel en años: una crisis que supera el estancamiento
El sector privado se encuentra actualmente en su peor nivel de los últimos años, con una pérdida interanual de 177.648 empleos entre agosto de 2023 y agosto de 2025. Este dato es alarmante, ya que ubica el nivel de empleo privado por debajo incluso de los registros de 2015.
El economista Luis Campos (CTA-A) calificó de “preocupante” la dinámica del trabajo privado. Tras un leve repunte a finales de 2024, la recuperación se estancó a comienzos de 2025 y, desde junio, ha entrado en una nueva fase de destrucción de empleo registrado neto.
La industria manufacturera encabeza las bajas
Por sectores, la industria manufacturera lidera la retracción con 47.319 empleos menos, lo que representa una caída del 3,95. La contracción industrial es un indicador clave de la falta de dinamismo económico y la caída del consumo.
A nivel territorial, la crisis golpea con fuerza a varias provincias, siendo Santa Cruz el caso más crítico. Desde noviembre de $2023$, el empleo total en la provincia austral cayó un dramático 9.087 puestos, marcando un mínimo histórico. Le siguen La Rioja 11,25 y Formosa 8,16. Los sectores más vulnerables en estas regiones son la minería, la construcción y los servicios vinculados a la extracción de petróleo y gas, evidenciando el impacto directo de la crisis en las economías regionales extractivas.
Los salarios, aún por debajo del punto de partida
A pesar de que los salarios promedio registrados mostraron una mejora real del 4 desde mayo, el poder adquisitivo se mantiene claramente deprimido. Al mes de agosto, los salarios registrados se encontraban aún un 4,74 por debajo del nivel real que tenían a la llegada de la administración Milei. La realidad es que la mitad de los asalariados formales percibe un sueldo de bolsillo inferior a los 1.115.735.
Las perspectivas de corto plazo no ofrecen señales de alivio. Los datos adelantados por la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) continúan siendo negativos, incluso en los grandes centros urbanos.
Sin crecimiento no hay recuperación del empleo
El panorama laboral está condicionado de manera ineludible por la performance económica general. Tal como sintetiza Campos, “Si la economía no repunta, el empleo no va a crecer, por más cambios regresivos en la legislación laboral. Por ahora, el mercado de trabajo sigue dando malas noticias”. La destrucción de empleo registrado no es solo una cifra estadística, sino el reflejo de una política económica que, hasta ahora, ha priorizado la estabilidad macroeconómica a costa de la contracción del mercado interno y la pérdida de puestos de trabajo con derechos, empujando a miles de personas a la informalidad.
