“Yiya”, la envenenadora de Monserrat: ¿Qué revela la nueva serie sobre la asesina inconfesa?

El escalofriante caso de Yiya Murano, la "envenenadora de Monserrat", es recreado en una miniserie de Flow que explora los crímenes, la estafa piramidal y la personalidad mediática de la mujer que asesinó a tres amigas en 1979.

Una ficción que desentraña a la primera presunta asesina serial argentina

La plataforma de streaming Flow estrena este jueves 13 de noviembre la miniserie «Yiya», una producción que revive uno de los crímenes más resonantes y macabros de la historia criminal argentina: el caso de María de las Mercedes Bolla Aponte de Murano, popularmente conocida como Yiya Murano o la «envenenadora de Monserrat». ¿Qué ocurrió en 1979 que llevó a esta mujer de clase media a ser condenada por el asesinato de tres de sus amigas y a convertirse en un oscuro mito popular? La ficción, protagonizada por Julieta Zylberberg, busca ir más allá de la crónica para explorar la psique de la asesina inconfesa.

Yiya Murano cumplió una condena a cadena perpetua tras ser hallada culpable de envenenar con cianuro a tres mujeres —dos vecinas y su cuñada— en un lapso de pocas semanas en 1979, en el barrio porteño de Monserrat. La forma en que se cometieron los crímenes, invitándolas a tomar el té y servirles la infusión o masitas contaminadas, y el móvil económico detrás, impactaron profundamente a la sociedad de la época, marcada por la dictadura.

El esquema de estafa y el móvil de los crímenes

La serie de cinco capítulos, una coproducción de Flow, Kuarzo e Idealismo Contenidos, aborda el punto de quiebre en la vida de Murano. Aunque la acusada siempre negó la autoría de los asesinatos, las pruebas e indicios apuntaron a un móvil claro: la desesperación por una deuda impaga.

Yiya Murano había perpetrado una estafa que se asemeja a un esquema piramidal, solicitando grandes sumas de dinero a sus conocidas, incluyendo a sus víctimas, bajo la promesa de altos retornos de inversión que nunca se concretaron. Cuando las acreedoras, entre ellas su cuñada, comenzaron a reclamarle la devolución de los fondos, Murano resolvió el problema de la manera más atroz: asesinarlas para silenciar la deuda y evitar el escándalo.

La investigación de la época determinó que el veneno utilizado fue cianuro, presuntamente incorporado a las masitas o al té que les ofreció en su departamento. El caso, que tuvo una gran repercusión mediática, la posicionó como la primera mujer condenada por ser una presunta asesina serial en el país.

El elenco y la visión de los creadores sobre Yiya Murano

La nueva miniserie cuenta con un reparto de figuras reconocidas. Julieta Zylberberg interpreta a Yiya en sus años de crímenes, mientras que Cristina Banegas asume el rol de la asesina en su etapa más tardía. El elenco se completa con actores como Pablo Rago, Mónica Antonopulos, Cecilia Dopazo, Diego Cremonesi y Carlos Portalupi.

La dirección de la serie está a cargo de Mariano Hueter y los guiones fueron escritos por Marcos Carnevale, quien ya había abordado la historia de Yiya Murano en 2008 para la aclamada serie Mujeres asesinas, donde el personaje fue interpretado por Nacha Guevara. Esta experiencia previa le otorga a Carnevale una perspectiva particular sobre el caso.

En el lanzamiento de la serie, el guionista enfatizó la intención de la producción: “Queríamos ir más allá de la crónica y meternos en su mente. Entender qué la llevó a cruzar ese límite”. El equipo de la serie, consciente de la notoriedad del caso, se enfocó en lograr una «impecable recreación de época, desde lo estético y lo cultural», para mostrar todas las aristas de la criminal. Antonio Álvarez, responsable de la estrategia de Flow, destacó que “YIYA levanta la vara en calidad de casting y contenido”, considerándola una de las producciones más importantes de la plataforma.

La vida de Yiya tras las rejas y su figura mediática

Beneficiada por el ahorro de pena, Yiya Murano recuperó la libertad en los años noventa, y su figura, lejos de quedar en el olvido, se reavivó en el ámbito mediático. A pesar de haber sido condenada por triple homicidio, nunca confesó los crímenes, lo que mantuvo un halo de misterio y fascinación a su alrededor.

Su aparición en programas de televisión, donde se presentaba como una «estafadora» o «usurera» pero negando categóricamente ser una asesina, la convirtió en un personaje popular. Uno de los momentos más recordados de su faceta mediática fue su visita al programa de Mirtha Legrand, donde llegó con una bandeja de masitas, generando una reacción incómoda y memorable en la conductora.

Este aspecto de la asesina, que se negaba a la confesión y jugaba con su fama macabra, es clave en la comprensión del caso. Murano falleció en 2013 en un geriátrico de Buenos Aires, llevándose consigo la verdad final sobre los envenenamientos. La miniserie de cinco episodios, de 30 minutos de duración cada uno, junto con un especial documental, promete ser una inmersión profunda en la vida de una mujer cuya historia sigue siendo sinónimo de uno de los capítulos más oscuros de la crónica policial argentina.