La industria en rojo: Sectores clave caen y crece la alerta de recesión en la gestión de Milei
La actividad industrial registró una caída interanual del 1,2% en agosto, según FIEL, confirmando una nueva fase recesiva que golpea a rubros clave como autopartes, cemento y metalurgia. La debilidad del consumo y la incertidumbre complican el escenario de recuperación en la gestión de Javier Milei.

La actividad de la industria argentina continúa mostrando resultados negativos, encendiendo alarmas sobre una posible recesión generalizada. Según el último informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), el sector registró en agosto una caída interanual del 1,2%, lo que consolida la hipótesis de un nuevo ciclo recesivo. En el contexto de la gestión de Javier Milei, la debilidad del consumo, la escasa inversión y la persistente incertidumbre macroeconómica actúan como un freno para los principales motores de la economía. El retroceso es especialmente visible en rubros históricamente sensibles como los minerales no metálicos (cemento), la producción automotriz y el sector metalúrgico.
Los sectores más golpeados por la contracción industrial
El informe de FIEL muestra que la caída de agosto fue liderada por rubros de gran peso en la cadena productiva. La producción automotriz y los minerales no metálicos, con caídas en los despachos de cemento (con bajas marcadas en las ventas en bolsa), se ubicaron entre los más afectados.
El retroceso se hace más evidente al analizar el desempeño de la metalurgia. La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) reportó una baja del 6,1% interanual en agosto, y un 2,3% respecto a julio. Si bien el acumulado de 2025 aún muestra un leve crecimiento del 1,6%, el sector se encuentra un 17% por debajo de sus picos históricos. Dentro de la metalurgia, las bajas más pronunciadas se registraron en:
- Autopartes: interanual.
- Fundición: interanual.
- Bienes de capital: interanual.
Este freno afecta incluso a sectores que habían liderado la recuperación en trimestres anteriores, como alimentos y bebidas, que si bien mantienen un crecimiento, han moderado significativamente su ritmo.
La industria entra en su duodécima recesión desde 1980
De acuerdo con el análisis histórico de FIEL, la industria argentina podría estar iniciando su duodécima fase recesiva desde 1980. El retroceso acumulado en los últimos meses alcanza aproximadamente el 6%.
Si bien esta contracción es menor al promedio de las caídas históricas (que suele rondar el 24,7% en los primeros seis meses de una recesión), el contexto actual suma elementos de preocupación que dificultan la previsión de una salida rápida. Entre los factores que más inciden en el escenario actual se destacan:
- Debilidad del consumo: El ajuste de los ingresos reales impacta directamente en la demanda de bienes industriales.
- Escasa inversión privada: La incertidumbre macroeconómica y las altas tasas desalientan las nuevas inversiones en capital.
- Dudas sobre la estabilidad: La falta de certezas respecto a la política monetaria y cambiaria agrega presión a los costos y la planificación de las empresas.
Relevamientos privados coinciden en la desaceleración y el riesgo macro
Aunque existen mediciones privadas que ofrecen datos con matices diferentes, la coincidencia general es que no hay señales de una recuperación industrial sostenida. Por ejemplo, el relevamiento de la consultora Orlando Ferreres mostró un crecimiento interanual del 1,7% para agosto. Sin embargo, más allá de las diferencias metodológicas con FIEL, los especialistas de ambas consultoras y el sector empresario comparten la preocupación por la ausencia de un motor firme que impulse al sector en el corto plazo.
Las proyecciones más pesimistas advierten que este enfriamiento de la industria podría ser un anticipo de una recesión económica general más profunda durante el segundo semestre de 2025. La combinación del apretón monetario, las tensiones cambiarias y el clima de incertidumbre política complican seriamente el escenario macroeconómico para los próximos meses, poniendo en jaque el crecimiento productivo nacional.