Orden de captura internacional contra la mano derecha de «Pequeño J» por triple femicidio

Matías Agustín Ozorio, de 28 años, es el principal sospechoso buscado por Interpol por el secuestro y las brutales muertes de Morena Verdi, Brenda Del Castillo y Lara Gutiérrez en Florencio Varela. La investigación apunta a un ajuste de cuentas narco ordenado por el cabecilla de la banda.

El caso del triple femicidio de Florencio Varela dio un giro clave tras la emisión de una Notificación Roja de Interpol solicitando la captura internacional de Matías Agustín Ozorio, sindicado como la mano derecha del líder narco conocido como «Pequeño J». Ozorio, de 28 años, es intensamente buscado por ser el presunto coautor material de las muertes de Morena Verdi, Brenda Del Castillo y Lara Gutiérrez, en un crimen que, según la principal hipótesis, fue ejecutado como un ajuste de cuentas por el supuesto robo de dinero y cocaína.

El Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina formalizó la solicitud a las fuerzas policiales de todo el mundo para la localización y detención provisoria de Ozorio, con miras a su extradición. El joven es investigado como parte de la organización narcocriminal detrás del secuestro y el brutal desenlace de las tres jóvenes. La acusación que pesa sobre él es extremadamente grave, detallando una actuación coordinada y con «claras intenciones de causarles la muerte» a las víctimas.

La brutalidad y la alevosía detrás del crimen

La Notificación Roja de Interpol, que detalla la atribución penal contra Ozorio, expone la extrema violencia con la que se cometió el femicidio. Según el documento, Ozorio habría actuado «de consuno y con división de roles» junto a otros implicados. Se les imputa haber aplicado «múltiples golpes de puño, patadas y diversos cortes utilizando armas blancas» a las jóvenes.

La fiscalía subraya que las lesiones fueron de tal magnitud que provocaron el deceso, y resalta que los agresores obraron «a traición y sobre seguro», aumentando intencionalmente y de manera inhumana el sufrimiento de las víctimas, con padecimientos innecesarios. La condición de género se incorporó como agravante en la imputación, señalando que los masculinos se aprovecharon de su «condición biológica dominante de género al ejercer violencia de género sobre las víctimas mujeres«.

Los investigadores mantienen la hipótesis de que «Pequeño J» (Julio Valverde), el líder narco de la organización, habría contratado sicarios para llevar a cabo el crimen de forma premeditada. No solo se trataría de un ajuste de cuentas, sino que Valverde también habría planeado la transmisión en vivo de la tortura y muerte de las jóvenes como un mensaje mafioso dirigido a sus rivales o a quienes pudieran intentar traicionarlo.

Los otros implicados: Cuatro detenidos y el rol del líder

Además de Ozorio y Valverde, la investigación apunta a otros involucrados: Maximiliano Andrés Parra, Daniela Iara Ibarra, Miguel Ángel Villanueva Silva y Celeste Magali González Guerrero. Cuatro de estos sospechosos ya fueron detenidos y se negaron a declarar por consejo de sus defensores oficiales.

Los detenidos, trasladados a la DDI de San Justo, son:

  1. Miguel Ángel Villanueva Silva (27): De nacionalidad peruana, se sospecha que era uno de los dueños de la casa donde se hallaron los restos de las víctimas. Fue capturado junto a Iara Ibarra en un hotel y la fiscalía investiga sus posibles vínculos con organizaciones narcocriminales de la Villa 1-11-14.
  2. Iara Daniela Ibarra (19): Presunta dueña de la vivienda, su rol se investiga para determinar si su participación se limitó al ocultamiento de los cuerpos o si tuvo una responsabilidad penal directa en el hecho.
  3. Maximiliano Andrés Parra (18): Detenido dentro de la casa, su presencia lo ubica en el centro de la escena. Las pericias son claves para establecer su participación en el traslado, encubrimiento o el asesinato de las víctimas.
  4. Magalí Celeste González Guerrero (28): Fue hallada en la misma vivienda que Parra. Las autoridades buscan determinar si ejercía algún tipo de liderazgo o si actuó bajo órdenes directas.

Los cuatro detenidos serán formalmente imputados por el fiscal Gastón Dupláa en la UFI N°2 de Laferrere por homicidio agravado, buscando esclarecer sus roles y las agravantes. Aunque se realizaron allanamientos en Barracas donde se demoró a otras ocho personas, el líder de la organización, «Pequeño J», y su mano derecha, Matías Agustín Ozorio, aún se encuentran prófugos. La Notificación Roja de Interpol es ahora la herramienta más importante para lograr su captura.