El veredicto resulta poco esperanzador: Nuestro planeta está «enfermo» y es «frágil»
Científicos de la NASA advierten de que los mismos procesos que privaron a Marte de su atmósfera pueden repetirse en la Tierra.
El astronauta estadounidense Scott J. Kelly, cuya misión en la Estación Espacial Internacional (EEI) está a punto de finalizar, ha alertado sobre el deplorable estado de la atmósfera de la Tierra, la cual es la clave de la evolución y permanencia de la vida en nuestro planeta.
«Cuando te fijas en la atmósfera, en el limbo de la Tierra (…) se ve muy, muy frágil y como una capa delgada. Es algo que definitivamente tenemos que cuidar», ha declarado Kelly en una entrevista desde la EEI, informa ‘Express’.
El astronauta, que en repetidas ocasiones ha publicado en sus redes sociales imágenes sobre la contaminación atroz de la Tierra vista desde el espacio, ha afirmado que el problema más agudo asociado a la desaparición de la atmósfera lo sufren gran parte de Asia y América Central. «Cuando te fijas en ellas desde el espacio siempre se ve una neblina de contaminación», indica. Asimismo, Kelly ha apuntado que si se comparase a la Tierra con un ser humano, «definitivamente esas áreas estarían enfermas».
Ya en 2003, la NASA advirtió de que nuestra atmósfera está adelgazando a una velocidad alarmante como resultado de las emisiones de carbono, siendo visibles los efectos desde el espacio. Según estudios del Laboratorio de Investigación Naval de EE.UU., la densidad de la termosfera (capa de la atmósfera que se extiende entre los 80 y los 500 kilómetros de altitud) ha disminuido en más de un 10% durante los últimos 40 años.
El pasado noviembre, los expertos de la NASA revelaron que hace 4.000 millones de años, el planeta rojo quedó privado de atmósfera debido al devastador impacto del viento solar. De esta forma, el planeta rojo, a pesar de contener agua suficiente como para contener vida bacteriana, no fue capaz de mantener agua líquida de forma constante ya que, o bien se evaporaba rápidamente o bien se congelaba. Los científicos advirtieron de que estos mismos procesos pueden repetirse en relación con la Tierra.