Un estudio del CONICET logra frenar un tipo de cáncer cerebral en modelos preclínicos
Una nueva investigación del CONICET logró frenar el crecimiento de un tipo de cáncer cerebral, el glioblastoma, en estudios de laboratorio. El tratamiento experimental, basado en bloquear una proteína clave, aumenta la sensibilidad del tumor a la quimioterapia.

Investigadores del CONICET han dado un paso significativo en la lucha contra el glioblastoma, el tumor cerebral maligno más común y agresivo en adultos. Un equipo liderado por Marianela Candolfi desarrolló una innovadora estrategia terapéutica que, en estudios de laboratorio y modelos animales, consiguió frenar el crecimiento de este cáncer. El avance, publicado en la revista científica Life Sciences, se basa en una técnica para inhibir una proteína clave que le da al tumor su resistencia y capacidad de proliferación.
La estrategia: Bloquear la proteína Foxp3
El tratamiento experimental se centra en bloquear la proteína Foxp3, que se encuentra en las células del glioblastoma y es fundamental para su desarrollo. Los investigadores utilizaron un péptido experimental llamado P60 que, al ser aplicado, logra inhibir a esta proteína dentro de las células tumorales.
Los resultados fueron muy prometedores. El bloqueo de la proteína Foxp3 no solo hizo que las células del tumor fueran más sensibles a la quimioterapia y la radioterapia, los tratamientos estándar para este tipo de cáncer, sino que también redujo su capacidad de migración y crecimiento. Esto significa que el tumor no solo se volvió más vulnerable, sino que también disminuyó su capacidad para esparcirse.
Resultados en modelos animales: Un avance prometedor
La investigación también incluyó estudios en ratones, donde se aplicó directamente en el tumor un vector adenoviral que expresaba el péptido P60. Los resultados fueron aún más alentadores: se logró inhibir el crecimiento del glioblastoma y, en un tercio de los casos, la combinación del tratamiento experimental con las terapias convencionales logró erradicar el tumor por completo. Los ratones tratados mostraron sobrevidas prolongadas sin efectos neurotóxicos, lo que sugiere una alta tolerancia al tratamiento.
Marianela Candolfi, investigadora principal, enfatizó que este hallazgo abre la puerta a nuevas terapias para un tipo de cáncer que ha tenido pocos avances en décadas. Sin embargo, también aclaró que se necesita mucha más investigación antes de poder pensar en ensayos clínicos en humanos. Este trabajo, fruto de la colaboración con instituciones como el FLENI, la Comisión Nacional de Energía Atómica y centros en España y Estados Unidos, representa una luz de esperanza para pacientes con glioblastoma.