Consumo récord de huevos: El aliado proteico de los argentinos en tiempos de crisis

La Argentina se consolida como el segundo consumidor mundial de huevos, con un crecimiento exponencial impulsado por la crisis económica y una revalorización nutricional del alimento. Este fenómeno refleja una adaptación forzada en la dieta de los hogares.

El consumo de huevos en Argentina ha alcanzado un máximo histórico, superando un huevo por persona al día y posicionando al país como el segundo mayor consumidor a nivel mundial, solo detrás de México. Este fenómeno no es una simple curiosidad alimentaria, sino un claro reflejo de la compleja situación socioeconómica, donde el huevo se ha erigido como una proteína de emergencia ante la inaccesibilidad de otras carnes, redefiniendo la economía doméstica y los hábitos de la población.

Por qué el huevo se volvió el sustituto proteico preferido

En un contexto de elevada inflación y pérdida del poder adquisitivo, la dieta de las familias argentinas ha sufrido una transformación notable. El huevo, antes un complemento en las comidas, se ha convertido en el protagonista principal, desplazando a la carne vacuna y otras proteínas más costosas. Este cambio de hábito se evidencia en las cifras de la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (CAPIA), que muestran un incremento sostenido del consumo. De 129 huevos por persona en 2003, la cifra escaló a 314 en 2022 y a 363 en 2024, lo que representa casi un huevo diario per cápita.

Este ascenso se explica por dos factores interrelacionados: la revalorización del huevo como alimento y la coyuntura económica. Mientras el precio de la carne ha subido de forma exponencial, el valor del huevo ha crecido a un ritmo considerablemente menor, lo que lo convierte en una opción accesible y nutritiva. Este desfasaje de precios ha hecho que los consumidores busquen alternativas para mantener un aporte proteico en la dieta sin desequilibrar sus finanzas. Es un ejemplo de la creatividad y la adaptación que las familias deben aplicar para hacer frente a la crisis.

Del mito del colesterol a la recomendación nutricional

Durante décadas, el huevo fue objeto de un estigma nutricional. Se lo asociaba directamente con el aumento del colesterol en sangre y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, lo que llevó a limitar su consumo. Sin embargo, en las últimas dos décadas, la ciencia ha derribado este mito. Estudios y organizaciones de salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana del Corazón han demostrado que, en la mayoría de las personas sanas, el colesterol dietético tiene un impacto mínimo en el colesterol sanguíneo.

La nutricionista Florencia Guma (MN 5465) subraya que este cambio de perspectiva ha sido crucial. Hoy, se reconoce al huevo como un alimento completo y de alta calidad, rico en proteínas, vitaminas y minerales esenciales. Este nuevo entendimiento ha liberado a los consumidores de las restricciones que antes se imponían, permitiendo que su ingesta diaria sea vista como una práctica saludable. La versatilidad culinaria del huevo también ha contribuido a su popularidad, ya que se integra fácilmente en una gran variedad de platos, tanto como ingrediente principal o como complemento.

El huevo como reflejo de la situación social

La creciente demanda de huevos es más que una simple estadística; es una manifestación tangible de la crisis social que atraviesa Argentina. La imagen de personas comprando maples de huevos en lugar de llevar paquetes de carne no es una elección de estilo de vida, sino una necesidad impuesta por el ajuste económico. Este fenómeno subraya la urgencia de encontrar soluciones alimentarias asequibles que permitan a las familias mantener una nutrición adecuada.

En este escenario, el huevo cumple un rol social fundamental. Como describe la licenciada Guma, puede ser visto como una “proteína de emergencia” que garantiza un mínimo aporte proteico de calidad a bajo costo y sin la necesidad de sofisticados métodos de cocción o conservación. Es un salvavidas nutricional para muchas familias que luchan por acceder a alimentos básicos, evidenciando los límites y las consecuencias del modelo económico actual.

Un boom que muestra signos de saturación

A pesar del crecimiento sostenido, el sector avícola ya percibe una desaceleración. Recientemente, el precio de los huevos ha bajado un 30% en granja, una señal alarmante de que la demanda, incluso para un producto tan económico, podría estar llegando a su límite debido al deterioro del poder adquisitivo. Este sobrestock y la caída de las ventas sugieren que, incluso en la búsqueda de opciones más baratas, los bolsillos de los argentinos han tocado fondo, lo que representa una situación de extrema gravedad social. Este panorama indica que, si bien el huevo ha sido un gran aliado, su consumo récord podría estar acercándose a un techo en medio de una situación económica cada vez más precaria.

Meta Descripción: Argentina es el segundo mayor consumidor de huevos del mundo. Descubre las razones detrás de este récord: desde la crisis económica hasta la revalorización nutricional del huevo.