La precarización laboral se consolida en la era Milei: pluriempleo y monotributo se imponen como refugio
Un informe del CETyD revela el alarmante crecimiento de la precarización laboral en Argentina. Ante el estancamiento del salario formal y el aumento del desempleo, el trabajo en plataformas digitales y el pluriempleo se consolidan como única alternativa para miles de trabajadores.

En un contexto de estancamiento del empleo formal, el trabajo en plataformas digitales se ha consolidado como un salvavidas para miles de argentinos, aunque a un alto costo: la precarización laboral. Mientras el desempleo se incrementó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, un estudio del Centro de Capacitación y Estudios sobre el Trabajo y el Desarrollo (CETyD) de la UNSAM destaca que el pluriempleo ha crecido del 8% al 12% desde 2013, evidenciando una desconexión entre la recuperación económica y la creación de empleo de calidad. Este fenómeno, impulsado por la necesidad de complementar ingresos ante la caída del salario real, ha encontrado en el monotributo y la informalidad sus principales vehículos, marcando un deterioro progresivo del mercado laboral.
Un mercado laboral deteriorado y sin rumbo
El modelo económico actual, que no ha logrado generar empleo formal en el sector privado ni mejorar los salarios, ha creado un caldo de cultivo para la precarización laboral. La investigación del CETyD subraya que, a pesar de que la actividad económica ha recuperado los niveles de 2023, el empleo registrado se mantiene estancado. Esta dinámica ha provocado un aumento del desempleo a niveles no vistos desde 2021, lo que empuja a un número cada vez mayor de personas a buscar ingresos en la informalidad.
El informe revela que los sectores donde más se ha expandido este fenómeno son el comercio, los hoteles y restaurantes, y el transporte. Estas actividades, directamente vinculadas a la economía de plataformas, han visto un crecimiento notable en el número de trabajadores independientes (monotributistas) y asalariados informales. El estudio del CETyD sugiere que este aumento de trabajadores en el monotributo en la gastronomía, movilidad y comercio, podría estar vinculado a la nueva legislación de la «Ley Bases», que promueve la figura de «colaboradores» y, por tanto, la contratación precaria.
El refugio laboral que profundiza la desigualdad
El fenómeno de la economía de plataformas, especialmente en las apps de delivery, se presenta como una alternativa rápida para la generación de ingresos, pero los especialistas del CETyD advierten que solo “amortigua transitoriamente el aumento de la desocupación” y “consolida y profundiza la precariedad del mercado de trabajo”. Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que en Argentina hay al menos 160.000 trabajadores en el rubro del delivery, lo que confirma que esta modalidad de empleo no es un fenómeno marginal, sino una realidad cada vez más extendida.
Sin embargo, las condiciones laborales en estas plataformas son sumamente inestables y desprotegidas. Los trabajadores son gestionados por algoritmos con criterios de evaluación opacos, sin supervisión directa ni negociación de mejores condiciones. La falta de un vínculo directo con un empleador permite que las plataformas decidan arbitrariamente cuánto y cómo pagan, perpetuando un ciclo de inestabilidad económica para quienes dependen de ellas para subsistir.
El salario real en caída y la necesidad de pluriempleo
El deterioro del poder adquisitivo del salario es otro factor determinante en la expansión de la precariedad. El salario de los trabajadores formales del sector privado se ubica un 1% por debajo de los niveles de noviembre de 2023, y en niveles históricamente bajos. Para compensar esta pérdida, un fenómeno que ha cobrado fuerza es el pluriempleo: entre 2013 y 2024, la proporción de trabajadores que combinan más de una ocupación se disparó del 8% al 12%.
Esta dinámica se ve reforzada por la caída del salario efectivo en el último año, ya que el aumento de horas extras, que ayudaba a compensar la pérdida de poder adquisitivo, se ha frenado. Según el CETyD, el deterioro no es homogéneo y afecta de manera desproporcionada a ciertos sectores, como los trabajadores del sector público (-25% de su salario real), las trabajadoras de casas particulares (-30%) y el sector de transporte (-28%). Este panorama dibuja una estructura ocupacional que se deteriora progresivamente, donde el empleo formal cede terreno a modalidades más precarias y la ancla salarial se utiliza para contener la inflación, sacrificando el bienestar de los trabajadores.