Colectivos: Advierten que el boleto real en el AMBA supera los $1.600
La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) alertó que el costo real de cada pasaje excede los $1.600, generando una pérdida de $502,19 por boleto. Este desfasaje entre la tarifa y los subsidios pone en jaque la sostenibilidad del servicio de colectivos en el AMBA, exigiendo una urgente revisión del sistema de aportes estatales.

El transporte público de pasajeros en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) atraviesa un momento crítico, según advierten los empresarios del sector. Pese a la reciente actualización de tarifas, el costo real de cada boleto supera significativamente lo que los usuarios abonan y los aportes que el Estado destina al sistema. Esta brecha genera un déficit operativo que, de no corregirse, amenaza la continuidad y calidad del servicio para millones de personas.
El desfase en cifras: Un análisis preocupante
De acuerdo con el último Índice Bondi, elaborado en junio por la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el costo real de un pasaje de colectivo en el AMBA se eleva a $1.663,10. Sin embargo, las empresas reciben, entre lo recaudado por la tarifa y los subsidios, apenas $1.002,85 por pasajero. Esto se traduce en una pérdida de $502,19 por cada boleto emitido, una cifra que los empresarios consideran insostenible a largo plazo.
Este desfasaje del 33% entre los costos operativos y los ingresos efectivos pone en riesgo la viabilidad financiera de las compañías. Desde AAETA, expresaron su preocupación por la sostenibilidad del sistema y la necesidad imperante de adecuar los valores para garantizar un servicio eficiente y en condiciones.
La situación jurisdicción por jurisdicción
El informe de la AAETA detalla la brecha existente en las diferentes jurisdicciones que componen el AMBA, mostrando que el problema es transversal, aunque con matices:
- Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA): El costo real del boleto asciende a $1.587, mientras que el monto reconocido por las autoridades es de $1.095. La diferencia negativa alcanza un 31%.
- Provincia de Buenos Aires: En esta jurisdicción, el valor real del pasaje es de $1.538, frente a un reconocimiento de $1.051. Aquí, la brecha se sitúa en el 32%.
- Municipios bonaerenses: Los pasajes en las líneas municipales tienen un costo real de $1.388, pero solo se reconocen $945, generando una disparidad del 32%.
Estos datos revelan una situación crítica que afecta a todo el entramado del transporte público en la región, una de las más pobladas y con mayor demanda de servicios en el país.
Más allá del costo: El desafío de la transición energética
La preocupación de los empresarios no se limita únicamente al desequilibrio financiero actual. Desde la AAETA, señalaron en su cuenta de X que «el desafío actual del sistema es, además de equipar los costos reales, generar las condiciones para la transición energética de la flota, desarrollando incentivos para la inversión en energías más limpias, emulando a nivel nacional y provincial la nueva política de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».
Esta visión a futuro añade una capa de complejidad a la problemática. La modernización y la adaptación a tecnologías más sostenibles requieren de inversiones significativas, que resultan inviables en un contexto de pérdidas operativas tan marcadas. La Ciudad de Buenos Aires ha comenzado a explorar iniciativas en este sentido, y los empresarios abogan por replicar modelos similares a nivel provincial y nacional para impulsar un cambio necesario en la matriz energética del transporte.
Un llamado urgente a la acción
Ante esta «situación insostenible», el sector empresarial del transporte automotor reclama una actualización urgente del esquema de subsidios. Argumentan que el diseño actual no contempla de manera adecuada los costos reales de operación, mantenimiento, salarios y la necesaria renovación de la flota.
La sostenibilidad del sistema de transporte público es fundamental para la movilidad de millones de argentinos y para el desarrollo económico del AMBA. La continuidad de un servicio de calidad depende de que se logre un equilibrio entre el valor real del boleto, la capacidad de pago de los usuarios y el nivel de aportes estatales. La discusión sobre el costo del boleto va más allá de un simple número; implica definir el modelo de transporte que se desea para el futuro, con una clara mirada en la eficiencia, la calidad y la sostenibilidad ambiental. Es imperativo que las autoridades y los empresarios encuentren puntos de acuerdo para evitar que esta crisis se profundice y afecte aún más a los usuarios.