Consumo en picada: Supermercados vendieron más del 11% con respecto a 2023

Los datos del primer bimestre de 2025, comparados con el mismo período pre-cambio de gobierno, revelan la profundidad del ajuste en el bolsillo de los argentinos. El sector acumula el 15º mes consecutivo de caída, sin perspectivas de mejora a corto plazo para la mayoría de las familias.

Las promesas de reactivación económica aún no se traducen en alivio para el bolsillo de la mayoría de los argentinos. Los datos oficiales sobre el consumo en supermercados son contundentes y reflejan el impacto directo del actual rumbo económico en la vida cotidiana: en el primer bimestre de 2025, las ventas totales cayeron más de un 11% en comparación con el mismo período de 2023, es decir, antes de la asunción del actual gobierno nacional.

Así lo detalló el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, quien subrayó que «no hay recuperación del consumo, componente principal de la demanda agregada». El funcionario precisó que la caída del «más del 11% en el primer bimestre de 2025 respecto al mismo período del 2023» es una muestra cabal de cómo la disminución de los ingresos familiares sigue deteriorando los niveles de compra, un efecto directo del plan económico que «deriva en una caída del poder de compra de la mayoría de los argentinos».

Las estadísticas oficiales a nivel nacional refuerzan esta tendencia. En febrero de 2025, las ventas en supermercados se ubicaron un 8,3% por debajo del nivel registrado en noviembre de 2023, justo antes del cambio de gobierno. En términos de facturación, esto se grafica en una disminución de $49.707 millones en el primer bimestre de 2023 a $44.664 millones en el mismo lapso de 2025 (cifras que, aún sin ajuste inflacionario preciso en esta comparación, ilustran el retroceso en volumen y poder de compra real).

Más allá de los datos bimestrales, la radiografía del consumo masivo en lo que va del año es desalentadora. Según informes de la consultora Scentia, el declive continuó en marzo, con una caída del 5,4% interanual en las ventas de supermercados y autoservicios. Este descenso extiende a 15 los meses consecutivos de retracción del consumo, consolidando una tendencia negativa sin precedentes cercanos.

La caída acumulada en el primer trimestre de 2025, según Scentia, alcanza el 8,6%. Aunque la tasa de caída de marzo (-5,4%) mostró una desaceleración respecto a la de enero (-10,6%) y febrero (-9,8%) de este año, esto no implica una recuperación, sino una menor velocidad en el descenso de las ventas. El panorama es tan crítico que el primer trimestre de 2025 se posiciona como el tercero peor en los últimos 22 años, solo superado por las profundas crisis de 2002 y 2003.

Este escenario de ventas en caída libre se da en un contexto de persistente presión inflacionaria, aunque con tasas mensuales más bajas que en meses anteriores. En marzo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general reportado por el INDEC fue del 3,7%, pero el rubro Alimentos, esencial en la canasta básica, volvió a impulsar el alza con un incremento del 5,9%. La combinación de precios que siguen subiendo (especialmente los alimentos) con ingresos que no se recuperan explica la imposibilidad de las familias de sostener sus niveles de consumo.

Además, la comparación interanual de marzo de 2025 se realiza sobre una base ya negativa, dado que en marzo de 2024 las ventas ya habían caído un 4% respecto a marzo de 2023 como consecuencia de la devaluación inicial y los primeros efectos del ajuste.

En síntesis, los datos de ventas en supermercados y el consumo masivo confirman que la recesión se siente con fuerza en el día a día de los argentinos. La caída de más del 11% en el primer bimestre respecto a 2023 y el 15º mes consecutivo de descenso generalizado son cifras que evidencian el deterioro del poder de compra y la ausencia de una reactivación económica que llegue al bolsillo de la mayoría de la población.