Importaciones sin control: la industria del neumático en jaque
La política de apertura comercial ya se cobra víctimas en el sector industrial. Bridgestone despidió a 80 empleados y el gremio advierte sobre la posible desaparición de la producción local.

El modelo aperturista del Gobierno de Javier Milei sigue pasando factura en la industria nacional. Esta vez, la crisis golpea con fuerza a la producción de neumáticos: Bridgestone acaba de despedir a 80 trabajadores, acumulando un saldo de 1400 puestos eliminados desde diciembre. El panorama se oscurece para los 4 mil empleados que aún resisten en el sector. Con importaciones que se dispararon y una política económica que premia al producto extranjero, el destino de la industria local pende de un hilo.
Un gremio en alerta: “Estamos viendo cómo se destruye la industria”
La reacción sindical no se hizo esperar. Pedro Wasiejko, secretario general de la Federación de Trabajadores de la Energía, la Industria, Servicios y Afines (FETIA-CTA-T), señaló que las medidas adoptadas están desmantelando el sector. “Si no se revierte esta política, vamos a ser testigos de la destrucción de una industria que, en 2010, llegó a emplear a más de 5200 personas con trabajo de calidad”, advirtió.
El informe del Centro de Investigación y Formación (CIFRA – CTA-T) refuerza sus dichos: la combinación de baja de aranceles, desregulación de precios y apreciación del peso generó el caldo de cultivo ideal para que las empresas dejen de producir y opten por importar. En un mercado dominado por jugadores globales, la industria argentina pierde competitividad día tras día.
Importaciones al alza y producción local en retroceso
Los números confirman la tendencia. Según CIFRA, entre octubre de 2023 y enero de 2024, el promedio mensual de importaciones de neumáticos fue de 18 millones de dólares. Tras la asunción de Milei y su flamante política de desregulación, ese mismo promedio escaló a 26,9 millones entre octubre de 2024 y enero de 2025. Un aumento que no deja dudas sobre el desplazamiento del producto local en favor del extranjero.
Mientras las cubiertas chinas y brasileñas inundan el mercado, la producción nacional se estanca. Desde el gremio denuncian que las empresas no pueden competir con precios de dumping y que la ausencia de regulación está empujando a las plantas a reducir sus operaciones o, directamente, cerrar.
Despedidos y un futuro incierto
Bridgestone no está sola en el ajuste. Fate también ha comenzado a reducir su planta laboral y el temor entre los trabajadores crece. “Las medidas tomadas para desregular y facilitar las importaciones generan un crecimiento extraordinario de los neumáticos extranjeros, pero a costa de nuestras fuentes de trabajo”, advierten desde el sindicato.
El panorama es claro: si no hay un giro en la política económica, la industria del neumático podría quedar reducida a un mero sello de importación. Los trabajadores, mientras tanto, quedan a la deriva en un contexto donde el empleo formal también se resiente en otros sectores industriales.
Una industria en la cuerda floja
El Gobierno insiste con su política de «libre mercado», pero los hechos demuestran que, lejos de generar competencia, está desmantelando la industria local. Mientras las importaciones se disparan, las empresas nacionales ajustan o cierran. Bridgestone es solo el símbolo más reciente de una tendencia que podría llevarse puesto a todo el sector.
La pregunta clave es: ¿cuándo decidirá el Gobierno dejar de mirar hacia afuera y empezar a proteger lo que queda de la producción nacional? Por ahora, la industria del neumático sigue desinflándose, y los trabajadores son los que pagan la factura.