Quince meses en picada: el consumo sigue en caída libre y no hay red de contención

El desplome del consumo no encuentra piso: en febrero, las compras en supermercados y comercios de barrio cayeron por 15° mes consecutivo. Aunque la inflación se desacelera, los bolsillos siguen vacíos.

Ni el verano, ni las fiestas, ni la desaceleración inflacionaria lograron darle un respiro al consumo masivo. Febrero cerró con una caída del 9,8% en supermercados y un desplome del 12,6% en comercios de barrio, consolidando la peor racha desde la crisis de 2001. La economía, lejos de repuntar, sigue en terapia intensiva.

El derrumbe no discrimina: golpe a comercios y provincias

Los almacenes de barrio y autoservicios fueron los más castigados. Si en enero habían sufrido una retracción del 13%, febrero no les dio tregua y profundizó la crisis con otro 12,6% de caída. A pesar de los descuentos y promociones, las grandes cadenas tampoco lograron esquivar la tormenta: sus ventas retrocedieron un 6,5%.

El impacto tampoco es homogéneo a nivel geográfico. Mientras en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) la contracción fue del 9,4%, el Interior del país sufrió un golpe aún más duro, con una baja del 10,5%. En las provincias, donde los precios suelen estar inflados por la logística y la menor competencia, la situación es crítica.

Las bebidas y los antojos, en extinción

Si antes era común ver changuitos llenos, ahora es más frecuente que los consumidores hagan malabares con la calculadora en mano. Las bebidas alcohólicas y sin alcohol registraron las mayores caídas: -16,2% y -18,8%, respectivamente. Ni el calor ni los brindis lograron salvarlas.

También se desplomaron las compras por impulso: cigarrillos, golosinas y alfajores sufrieron una baja del 10,5%. Parece que hasta el «gustito» es un lujo. Los artículos de limpieza (-9,7%) y los productos de cuidado personal (-8%) también fueron arrastrados por la crisis. El desayuno y la merienda, rituales inamovibles en muchas mesas, también sintieron el ajuste, con un descenso del 7,7% en sus productos.

El rebote que nunca llega

Según la consultora Scentia, la desaceleración de los precios podría estabilizar el consumo en los próximos meses. Sin embargo, las proyecciones para el primer semestre de 2025 siguen siendo sombrías. Las grandes cadenas sueñan con cerrar el año con un tibio 3% de crecimiento en las unidades vendidas, pero la realidad dice otra cosa: la recuperación, si llega, será lenta y dolorosa.

Mientras tanto, el consumo sigue en caída libre y la economía, lejos de tocar fondo, sigue buscando nuevos subsuelos. ¿Hasta cuándo? Esa es la pregunta que todos se hacen y que nadie, ni el gobierno ni los empresarios, parece poder responder.