El nacimiento de un símbolo patrio
El 27 de febrero de 1812, Manuel Belgrano enarboló por primera vez la bandera argentina en las barrancas del río Paraná. Sin autorización oficial, su gesto se convirtió en un acto de valentía y compromiso con la lucha por la independencia.
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El 27 de febrero de 1812 quedó marcado en la historia como el día en que Manuel Belgrano, sin el aval del gobierno, izó por primera vez la bandera nacional en Rosario. En un contexto de lucha y resistencia, aquel acto no solo representó un desafío a las autoridades, sino que también consolidó un símbolo que unificaría a los patriotas en la búsqueda de la emancipación.
Belgrano, quien comandaba las tropas en la zona, decidió crear un estandarte que diferenciara a los insurgentes de las fuerzas realistas. Inspirado en los colores de la escarapela, que había sido adoptada días antes, mandó confeccionar una bandera celeste y blanca. La elección de estos colores sigue generando debate entre historiadores, pero se cree que pudo estar influenciada por la casa de Borbón o por la necesidad de crear una identidad propia.
La ceremonia se llevó a cabo en las orillas del río Paraná, en la actual ciudad de Rosario. Belgrano reunió a sus soldados y proclamó: «Soldados de la patria: en este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha distinguido a nuestro ejército, juremos vencer a nuestros enemigos, interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la independencia y la libertad». Tras sus palabras, la bandera fue izada por primera vez, ante el fervor y la emocionada aprobación de sus hombres.
La decisión de Belgrano no fue bien recibida por el Triunvirato, que ordenó que la bandera fuera retirada de inmediato. Sin embargo, el militar ya había partido hacia el frente del Ejército del Norte, donde continuó utilizándola hasta que fue nuevamente desautorizado. Pese a las prohibiciones iniciales, la bandera ganó adeptos y se convirtió en un emblema de la lucha independentista, hasta que el 20 de julio de 1816 fue oficialmente adoptada como bandera nacional.
Más de dos siglos después, aquel acto de rebeldía sigue siendo recordado como un momento clave en la construcción de la identidad argentina. Hoy, el chozno nieto de Manuel Belgrano rememora con orgullo la valentía de su ancestro y el significado de aquella jornada en las barrancas del Paraná. La bandera que Belgrano izó sin permiso es hoy el símbolo que une a toda una nación.