Miles marchan contra el discurso de odio hacia la diversidad y los feminismos
La protesta en Parque Lezama reunió a miles de personas que rechazaron las declaraciones de Javier Milei hacia las minorías sexuales y las mujeres. Con el lema “¡Basta! Al closet no volvemos nunca más”, la comunidad exigió el fin de la violencia y las políticas discriminatorias.
El pasado 25 de enero, el Parque Lezama fue escenario de una masiva manifestación contra el discurso de odio del presidente Javier Milei. La convocatoria, organizada por la Asamblea Antifascista LGBT, surgió en respuesta a las polémicas declaraciones del mandatario en el Foro Económico Mundial, donde vinculó a parejas homosexuales con la pedofilia. Bajo un calor agobiante, miles de personas se reunieron en San Telmo para expresar su repudio a lo que consideraron un ataque directo a los derechos de las minorías sexuales y las mujeres.
Con el lema «La vida está en riesgo. ¡Basta! Al closet no volvemos nunca más», las voces de la comunidad LGBT+ y los feminismos se alzaron para exigir respeto y justicia. En el encuentro, banderas de la diversidad ondearon junto a pancartas con frases como «Siempre puto, nunca nazi» y mensajes que desafiaban la retórica presidencial, acusándola de fomentar el odio de género.
El desmantelamiento de derechos en la mira
Los discursos durante la protesta también apuntaron a las políticas impulsadas por el Gobierno, como la eliminación de la figura del femicidio en el Código Penal y el desguace de programas como la Educación Sexual Integral (ESI). Estas medidas fueron interpretadas como un retroceso en la lucha por la igualdad y la protección de las minorías. Según los organizadores, “el feminismo no distorsiona la igualdad, sino que la construye”.
Además, destacaron que el discurso oficial busca desviar la atención de las problemáticas económicas que afectan a los sectores más vulnerables. “Utilizan el resentimiento hacia nuestras comunidades para esconder el exterminio que representa su plan económico”, denunciaron.
La movilización en Parque Lezama dejó en claro el rechazo de amplios sectores de la sociedad hacia un discurso que consideran lesivo para los derechos conquistados. Las voces que se alzaron ese día no solo defendieron la diversidad, sino también la necesidad de un país más justo e inclusivo.