La Ciudad de Buenos Aires: más perros que niños en los hogares

El descenso de la natalidad en la última década contrasta con el aumento de mascotas, un fenómeno que redefine las dinámicas urbanas.

En los últimos ocho años, la Ciudad de Buenos Aires ha experimentado un cambio significativo en su composición demográfica. Los nacimientos de niños se redujeron a la mitad, mientras que la cantidad de perros y gatos en los hogares creció de manera exponencial, especialmente tras la pandemia. Este fenómeno refleja transformaciones sociales, económicas y culturales profundas.

Según datos del Registro Civil porteño, en 2024 se registraron menos de 38.000 nacimientos, una cifra que representa el 50% de los nacimientos ocurridos en 2016. Este descenso responde a múltiples factores: el alto costo de vida asociado al crecimiento de la inflación, relaciones menos comprometidas entre los jóvenes, nuevos modelos de familia, una población cada vez más envejecida y la migración de familias jóvenes al conurbano en busca de mayor espacio.

Por otra parte, el último censo de la Dirección General de Estadística de la Ciudad arrojó un dato llamativo: hay más perros que niños menores de diez años en la capital argentina. Específicamente, se contabilizan más de 493.000 perros frente a 394.000 niños en esa franja etaria. Este incremento en la cantidad de mascotas también está vinculado a la pandemia, un periodo que incentivó la adopción de animales como compañía en tiempos de aislamiento social.

El cambio de prioridades en los hogares urbanos se refleja también en el crecimiento del mercado de alimentos y productos para mascotas. Empresas como Biogénesis Bagó han identificado esta tendencia y tomado decisiones estratégicas. Recientemente, la compañía biotecnológica argentina adquirió la firma brasileña Mundo Animal por un monto cercano a los 20 millones de dólares. Esta operación le permitirá ampliar su portafolio de soluciones para mascotas y consolidar su posición en un mercado en auge.

Biogénesis Bagó, conocida por su liderazgo en el sector farmacéutico, abastece productos animales a más de 60 países. Con esta adquisición, busca capitalizar el creciente interés por el bienestar animal en un contexto donde las mascotas se han convertido en miembros centrales de muchas familias.

Este fenómeno, que conjuga una baja en los nacimientos con un aumento en la presencia de animales de compañía, plantea interrogantes sobre el futuro de las dinámicas sociales en las grandes ciudades. Mientras que algunos lo ven como una adaptación a las nuevas realidades urbanas, otros señalan la necesidad de revisar políticas que impulsen la natalidad y apoyen a las familias. Lo cierto es que los perros y gatos han llegado para quedarse, redefiniendo cómo entendemos la convivencia y la vida familiar en los espacios urbanos.