Fuga masiva en Liniers: 17 presos escapan de una comisaría
Un boquete en una celda permitió la evasión de los reclusos, mientras las autoridades despliegan un operativo cerrojo para recapturarlos.
La noche del lunes se vio marcada por un episodio alarmante en el barrio porteño de Liniers. Diecisiete reclusos lograron escapar de la Comisaría ubicada en la calle Gana al 400, utilizando un boquete como vía de fuga. Este hecho, confirmado por la Agencia Noticias Argentinas (NA), ha generado un fuerte despliegue policial para intentar recapturar a los evadidos.
De acuerdo con la información inicial, la mitad de los presos fugados tiene domicilio en la provincia de Buenos Aires, mientras que cinco de ellos cumplían condenas en dependencias de la Ciudad de Buenos Aires. Las brigadas de la Policía de la Ciudad trabajan en la investigación y rastreo de los prófugos, apoyándose en un operativo cerrojo que abarca distintos puntos estratégicos de la región.
La fuga ha puesto de relieve preocupaciones sobre las condiciones de seguridad en las dependencias policiales, así como sobre la capacidad para prevenir este tipo de incidentes. Fuentes cercanas al caso indicaron que los reclusos lograron evadir las medidas de vigilancia al perforar una pared, método que suele ser más frecuente en prisiones sobrepobladas o con infraestructura deficiente.
El caso no es aislado en el contexto nacional. En los últimos años, episodios similares han puesto en cuestión la eficacia del sistema penitenciario y la coordinación entre fuerzas de seguridad. La vulnerabilidad de las instalaciones y la falta de recursos adecuados son problemáticas recurrentes que, según especialistas, deben abordarse con urgencia para evitar futuros incidentes de este tipo.
En tanto, los vecinos de la zona se han mostrado preocupados por la presencia de los prófugos en las inmediaciones. “Nos sentimos inseguros sabiendo que hay personas peligrosas en libertad cerca de nuestras casas”, comentó un residente de Liniers que prefirió mantenerse en el anonimato.
Las autoridades continúan trabajando para esclarecer las circunstancias exactas de la fuga y determinar posibles responsabilidades internas. Mientras tanto, se mantienen en alerta máxima, intensificando las tareas de búsqueda y reforzando la seguridad en otras dependencias policiales.
El caso abre nuevamente el debate sobre las condiciones del sistema penitenciario y la necesidad de inversiones en infraestructura y tecnología que garanticen la seguridad de las instalaciones, protegiendo tanto a los reclusos como a la ciudadanía en general.
