La caída del consumo en supermercados profundiza la crisis económica
Las ventas en supermercados cayeron un 10,1% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior, según informó el INDEC. Los mayoristas experimentaron una caída aún más significativa, del 15,1%. Aunque se observó un leve aumento respecto a julio, la tendencia general sigue siendo negativa.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló un panorama preocupante para el sector minorista en Argentina: las ventas en supermercados descendieron un 10,1% interanual en agosto, lo que refleja el impacto continuo de la crisis económica sobre el consumo de los hogares. En el caso de los supermercados mayoristas, la caída fue aún más pronunciada, con un 15,1% menos de ventas en comparación con el mismo mes de 2023.
El informe también señala que, a pesar de esta caída interanual, las ventas en supermercados aumentaron levemente un 0,2% en agosto respecto de julio, lo que ayudó a reducir la pérdida acumulada en el año a un 1,5%. Este pequeño repunte podría estar relacionado con las promociones y descuentos que incentivaron el uso de tarjetas de crédito, el medio de pago más utilizado en el período, representando el 46,2% de las transacciones. Le siguieron las tarjetas de débito con un 27,3%, mientras que el efectivo solo fue utilizado en el 17,4% de los casos, con el 9,1% restante en otros métodos de pago.
Sin embargo, la situación es diferente en los supermercados mayoristas, donde las ventas cayeron un 15,1% en comparación con agosto de 2023, a pesar de un crecimiento mensual del 2,2% respecto a julio. Esto resalta la debilidad del consumo en este sector, que acumuló una caída del 13,5% en lo que va del año. Este segmento, que suele atraer a pequeños comerciantes y consumidores en busca de precios más bajos por compras al por mayor, no ha logrado recuperarse del golpe económico generado por la inflación y la pérdida del poder adquisitivo.
En contraste, los centros comerciales («shoppings») mostraron una situación algo más alentadora con un aumento interanual del 5,3% en agosto. No obstante, esta mejora no fue suficiente para contrarrestar una caída del 10,6% en las ventas respecto a julio. Esta fluctuación refleja tanto la volatilidad del consumo como el impacto de los aumentos de precios, que registraron un alza del 3,9% en los «shoppings» durante el mismo mes.
El informe del INDEC no solo refleja la situación del comercio minorista, sino que se enmarca en una caída generalizada de la actividad económica en Argentina. En agosto, la economía del país sufrió una contracción del 3,8%, mientras que el consumo, tanto mayorista como minorista, cayó un 7,9%. A medida que la inflación continúa afectando el poder de compra de los argentinos, la reactivación del consumo parece cada vez más lejana, dejando a los comercios frente a un panorama incierto de cara al cierre del año.