Preocupación ante el dengue: falta de estrategia nacional

La inminente llegada de un nuevo brote de dengue ha generado inquietud entre la población, especialmente ante la falta de un plan nacional de vacunación y las limitadas dosis adquiridas por el gobierno. Las provincias toman medidas propias.

Con la proximidad de un nuevo brote de dengue, esperado para finales de octubre y principios de noviembre, lapreocupación en torno a la prevención crece. A pesar de las advertencias, el gobierno nacional ha adquirido solo 160 mil dosis de la vacuna, insuficientes para cubrir las necesidades de las provincias, que han tenido que recurrir a sus propios recursos. El Ministerio de Salud anunció un plan de vacunación, aclarando que la vacuna no es fundamental para detener la enfermedad. Esta declaración, sin embargo, ha dejado a las provincias a merced de sus propias estrategias.

Escasez en el sector privado

En medio de la falta de información clara y el temor a reinfecciones, muchos ciudadanos recurren al sector privado en busca de protección. No obstante, el costo de la vacuna en estos centros es elevado, alcanzando los 90 mil pesos por dosis. Algunas prepagas ofrecen descuentos, pero la alta demanda ya está generando escasez. Los vacunatorios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) advierten sobre demoras en la administración de las dosis, lo que podría agravar la situación en los próximos meses.

Estrategias locales divergentes

Las provincias han implementado sus propios planes de vacunación, cada una con criterios diferentes. La provincia de Buenos Aires, por ejemplo, adquirió 500 mil dosis y ha comenzado a vacunar a personas entre 15 y 59 años que padecieron dengue previamente. Mientras tanto, la Ciudad de Buenos Aires tiene un enfoque diferente, priorizando a adolescentes de 15 a 19 años desde el 30 de septiembre. Esta disparidad en las estrategias provoca confusión, especialmente en una región con alto riesgo de transmisión del virus.

Incertidumbre sobre la efectividad de la vacuna

Una de las mayores fuentes de confusión proviene de la información contradictoria sobre la efectividad de la vacuna. Mientras que el ministro de Salud de CABA, Fernán Quirós, ha afirmado que una segunda infección de dengue no es necesariamente más grave que la primera, otras fuentes, como la página de Vacunar, sugieren que la vacuna es esencial a partir de los 4 años. Este desacuerdo deja a la población en un estado de incertidumbre, preguntándose si es necesaria la vacunación para quienes ya han sido infectados.

Un escenario preocupante

La ausencia de una estrategia nacional unificada ha dejado a la población vulnerable y a las provincias luchando por organizarse de manera independiente. Esta falta de coordinación no solo dificulta la prevención del dengue, sino que también ha abierto la puerta a la especulación en el mercado privado. A medida que el brote se aproxima, la demanda de vacunas sigue creciendo, mientras que la incertidumbre persiste sobre su disponibilidad y efectividad. Sin un plan claro, el país enfrenta un panorama incierto ante la inminencia de lo que podría ser un brote de proporciones históricas.