Los falsos superávits de Caputo: Una política de ajuste a costas de los sectores más vulnerables
El ministro de Economía, Luis Caputo, presenta un superávit primario y financiero en mayo, basado en recortes a jubilaciones y ayudas sociales, generando una recesión planificada y aumentando la deuda comercial.
La reciente publicación de la Oficina de Presupuesto del Congreso reveló que la Administración Pública argentina registró en mayo un superávit tanto primario como financiero. Sin embargo, este aparente logro económico del ministro de Economía, Luis Caputo, se sostiene en pilares frágiles y controversiales: recortes drásticos en las partidas sociales, la suspensión de pagos a CAMMESA y un incremento significativo de la deuda comercial para importadores. Estos factores han desencadenado una recesión planificada, afectando severamente la actividad económica, con un aumento del desempleo y la pobreza en todo el país.
Ajuste a los sectores vulnerables
Luis Caputo ha logrado exhibir un superávit fiscal y primario para el mes de mayo, pero el precio de este supuesto éxito es alarmante. Las partidas destinadas al pago de jubilaciones y pensiones han sufrido una caída feroz en términos reales, con una reducción del 25,8% interanual. Además, las erogaciones vinculadas a la asistencia social, que incluyen programas como Potenciar Trabajo, políticas alimenticias y becas Progresar, se han recortado en un 54%. En el caso de las transferencias a comedores comunitarios y merenderos, la disminución ha sido del 98,7%, destacando la grave situación de inseguridad alimentaria como política de Estado.
Impacto en la economía real
El impacto de estas medidas ha sido devastador para la economía real. En abril, la construcción cayó un 37% y la industria un 16%, ilustrando la magnitud de la recesión planificada. La actividad económica muestra números negativos que anticipan un futuro fiscal complicado, donde será insostenible mantener la deuda flotante y no se espera un aumento en la recaudación debido a la contracción de la actividad económica.
La metodología de los falsos superávits
Caputo ha recurrido a artimañas contables para presentar estos superávits. La suspensión de pagos a CAMMESA y la retención de la venta de dólares a importadores han incrementado la deuda comercial, agravando las dificultades económicas. En el acumulado de los primeros cinco meses del año, la Administración Nacional registró un superávit financiero de $2,2 billones, contrastando con un déficit de $2,3 billones en el mismo período del año anterior. El superávit primario acumulado ascendió a $6,4 billones, en comparación con un déficit de $1,1 billón del año anterior.
El disciplinamiento social como objetivo
El análisis de las cuentas públicas revela un objetivo claro del gobierno de La Libertad Avanza: el disciplinamiento de todos los sectores sociales. La caída real del 55% en los programas de asistencia social refleja una pérdida significativa en el poder de compra de las prestaciones y la reducción de beneficiarios. La ministra de Capital Humano deberá explicar por qué su cartera mantenía millones de kilos de comida sin distribuir, una decisión que no parece ser aislada y que agrava la crisis alimentaria.
Perspectivas fiscales y políticas
El escenario fiscal para los próximos meses se presenta complicado. La incertidumbre política y la imposibilidad de mantener la deuda flotante con CAMMESA e importadores, junto con la falta de aumento en la recaudación, pintan un panorama desalentador. Según Alejandro Vanoli, ex presidente del Banco Central, «la lectura para los próximos meses indica que se les complicará el escenario fiscal, donde ya no se podrá mantener la deuda flotante ni habrá un aumento de la recaudación debido a la actividad económica negativa». La percepción del mercado local ya refleja dudas sobre el ciclo de acumulación de reservas y los desafíos del próximo semestre.
El supuesto éxito fiscal presentado por el tándem Milei-Caputo es un espejismo construido sobre la base de un ajuste severo que ha golpeado a los sectores más vulnerables de la sociedad. La miseria planificada y el disciplinamiento social son las verdaderas caras de estos falsos superávits, que lejos de representar un avance económico, profundizan la recesión y aumentan la pobreza. La sostenibilidad de esta política es cuestionable, y las consecuencias para la economía y la población argentina podrían ser aún más graves en los meses venideros.