Argentina en crisis bajo el mandato de Milei: Recesión y empobrecimiento en solo cinco meses
Las políticas económicas del presidente economista llevan al colapso a la industria y afectan gravemente a la población
En solo cinco meses, las decisiones del gobierno de La Libertad Avanza, liderado por el presidente Javier Gerardo Milei, han sumido a Argentina en una profunda crisis económica. La drástica disminución de los ingresos reales y la caída del poder adquisitivo debido a la inflación han llevado a los productores locales, especialmente en el sector alimentario, al borde de la quiebra.
Economía en declive
Las políticas económicas de Milei han provocado una rápida recesión. La industria alimentaria, fundamental para la economía argentina, está entre las más afectadas. Los trabajadores del sector han organizado huelgas a nivel nacional, demandando aumentos salariales que correspondan con la inflación galopante.
«Se ha resuelto continuar con nuestro plan de lucha con la presencia de todos los cuerpos orgánicos sindicales en las puertas de cada fábrica de alimentos por las próximas 48 horas», declaró Héctor Morcillo, titular de la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA). Esta medida de fuerza es una respuesta a la negativa de las cámaras empresariales de ofrecer aumentos salariales significativos.
Conflicto sindical
La Secretaría de Trabajo, encabezada por Julio Cordero, dictó una conciliación obligatoria que obliga a las partes a negociar durante los próximos 15 días. Sin embargo, Morcillo se muestra pesimista respecto a alcanzar un acuerdo beneficioso para los trabajadores. «Las cámaras empresariales no nos ofrecen nada, menos de la mitad de la inflación proyectada para mayo», denunció. La discusión sobre si el acuerdo debe ser trimestral o mensual se agrava debido a que los números propuestos por las cámaras no se acercan a los índices de inflación.
Rodolfo Daer, Secretario General del Sindicato de los Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Buenos Aires, expresó una visión aún más sombría. «Estamos viviendo la peor etapa de la vida democrática de nuestro país y creo que tenemos que mostrar las uñas, los dientes», afirmó. La determinación de los sindicatos refleja la desesperación ante una situación económica insostenible.
Precios y protestas
Los precios de algunos productos básicos bajaron levemente por primera vez en seis meses, pero esto se debe más a las protestas que recorren el país que a las políticas de Milei. Los ciudadanos han jugado un papel clave al salir a las calles con consignas legítimas contra las medidas del gobierno. Sin embargo, estos recortes de precios mínimos no son suficientes para calmar la indignación popular.
El impacto en la vida cotidiana
Un indicador clave del deterioro económico bajo la presidencia de Milei es el nivel del salario medio en dólares, que actualmente se sitúa en 262 dólares, el más bajo desde la crisis de 2001-2002. La creciente deuda externa del país augura nuevos ajustes en el tipo de cambio del peso y, consecuentemente, una nueva disminución de los ingresos reales de la población.
Despidos masivos
La pérdida de poder adquisitivo y el aumento de los precios han llevado a los argentinos a reducir en un 20 % el número de productos de la canasta básica. Este cambio en el consumo ha impactado severamente a las empresas manufactureras locales, obligándolas a recortar costos, reducir salarios y despedir personal. Refrigerados S.A. (ARSA), por ejemplo, despidió a 550 trabajadores de sus fábricas en Buenos Aires y Córdoba debido a la caída en las ventas de yogures, postres y otros productos lácteos.
Un futuro incierto
La situación actual no es la primera crisis de este tipo en Argentina, pero la peculiaridad es que, en anteriores periodos de caída del consumo, los ciudadanos buscaban alternativas en comercios mayoristas o productos importados. Hoy, esas alternativas no existen.
Argentina, un país rico en recursos naturales, con una vasta historia y cultura, y una población de 47 millones de habitantes, se tambalea al borde del colapso financiero. Bajo el liderazgo de un presidente economista, el salario mínimo es ahora el más bajo de la región, y la percepción pública es que las reformas económicas no solo no funcionan, sino que son perjudiciales.
La caída de la producción y la disminución de la demanda de los consumidores refuerzan la percepción de que las políticas económicas del gobierno de Milei no son efectivas. Los aumentos salariales o las reducciones de precios no logran superar el impacto de la inflación, obligando a los argentinos a sobrevivir en una economía de subsistencia y perdiendo la calidad de vida de antaño. En este contexto, la pregunta sobre cómo revertir esta situación sigue sin respuesta, mientras la incertidumbre y la desesperación crecen entre la población.