Aumento desmesurado: Las facturas de gas podrían llegar hasta un 1000% más caras pese a la postergación anunciada por el gobierno
Aunque se anunció la postergación de los aumentos, los usuarios enfrentan la preocupación de recibir facturas desorbitantes este mes debido al incremento de costos dolarizados y la demora en la quita de subsidios.
Pese a las promesas gubernamentales de frenar los aumentos, los hogares argentinos se preparan para un impacto financiero significativo este mes, con facturas de gas que podrían aumentar hasta un 1000%. A pesar del anuncio del ministro de Economía sobre la postergación de los incrementos tarifarios, los usuarios residenciales, comerciales e industriales enfrentan la incertidumbre y la preocupación ante la inminente llegada de las nuevas facturas.
La esperanza de un alivio en los costos del gas se desvanece rápidamente para los consumidores argentinos, ya que, a pesar de los anuncios de postergación, los incrementos en las tarifas están a punto de golpear sus bolsillos con fuerza. Según estimaciones de expertos, los aumentos para los usuarios residenciales podrían superar el 500% con respecto al año pasado, mientras que para los comercios e industrias, la subida podría alcanzar el 1000%, un golpe particularmente duro en el período invernal.
El aumento desproporcionado de las tarifas se atribuye al incremento de los costos fijos y variables asociados al gas, todos ellos dolarizados. Esto incluye el precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), los costos de transporte a través de los gasoductos troncales y las tarifas impuestas por las distribuidoras domiciliarias (VAD).
Aunque se esperaba una reducción en el impacto económico gracias a la implementación de un nuevo esquema de subsidios más restrictivo, la Secretaría de Energía ha pospuesto repetidamente su aplicación, dejando a los usuarios en un limbo financiero. Actualmente, el sistema de subvenciones divide a los usuarios residenciales en tres segmentos, pero la incertidumbre sobre su futuro persiste, sin una fecha clara para su implementación.
Según proyecciones realizadas por consultoras especializadas, como Economía y Energía de Nicolás Arceo, los usuarios residenciales de nivel 1 (con ingresos más altos) enfrentarán incrementos del 343% en sus tarifas, mientras que aquellos en el nivel 2 (con ingresos más bajos) podrían ver aumentos del 559%. Esta última cifra refleja el mayor impacto en aquellos que ya enfrentan dificultades económicas. Por otro lado, los usuarios del nivel 3 (con ingresos medios) enfrentarán un aumento del 424%, según los cálculos basados en los nuevos cuadros tarifarios del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
La crisis energética en Argentina sigue siendo una preocupación creciente para los ciudadanos y las empresas, con las facturas de gas aumentando a un ritmo alarmante y sin signos de alivio a la vista. La promesa de un freno a los aumentos ha quedado en entredicho, y los argentinos continúan enfrentando la difícil realidad de costos que se disparan sin control. En un país donde el invierno puede ser implacable, la carga adicional de facturas desorbitantes solo agrava la situación para aquellos ya afectados por dificultades económicas. Con la incertidumbre sobre la quita de subsidios y el futuro de las tarifas, los hogares y las empresas se preparan para afrontar una temporada invernal marcada por la preocupación financiera y la necesidad de encontrar soluciones a corto plazo.