Por qué no deberías reutilizar botellas de plástico, según revelan los expertos

Reutilizar botellas plásticas, un hábito que busca reducir la contaminación, puede ser altamente perjudicial para la salud, debido a la acumulación de bacterias y la liberación de sustancias químicas potencialmente dañinas.

Un hábito ecológico con riesgos sanitarios ocultos

La preocupación ambiental ha impulsado a muchas personas a reutilizar las botellas de plástico descartables o las de uso diario, ya sea para llevar agua al gimnasio o mantenerse hidratado. Si bien esta costumbre es loable desde una perspectiva ecológica, investigaciones recientes y especialistas advierten que podría ser gravemente perjudicial para la salud.

El riesgo no se limita solo a la higiene, sino también a la composición química del material plástico. La combinación de humedad, calor, desgaste y falta de limpieza adecuada convierte a estos recipientes en potenciales focos de proliferación de microorganismos.

La alarmante carga bacteriana: Más gérmenes que una tapa de inodoro

Una investigación publicada por la consultora Treadmill Reviews arrojó resultados preocupantes sobre la higiene de las botellas de plástico reutilizadas. El estudio analizó botellas de diferentes tipos que fueron usadas por un deportista durante una semana.

Los hallazgos fueron catalogados como «alarmantes» por los investigadores:

  • Contaminación masiva: La botella más contaminada analizada contenía más de 900.000 bacterias. Este número es superior al que se suele hallar en la tapa de un inodoro promedio.

  • Potencial de enfermedad: Lo más crítico es que el 60% de esos gérmenes identificados tenían el potencial de enfermar a una persona. Entre las afecciones que pueden causar se encuentran la neumonía, infecciones cutáneas o, incluso, infecciones sanguíneas.

En una dura comparación para graficar la magnitud del peligro, los investigadores señalaron que «beber de una botella rellenable promedio puede ser mucho peor que lamer el juguete de tu perro».

El peligro químico: BPA y el efecto del calor

Más allá del riesgo biológico, la reutilización constante de los recipientes plásticos, especialmente las botellas de un solo uso que están diseñadas para ser desechadas, conlleva un riesgo químico: la liberación de compuestos.

Muchos recipientes plásticos contienen Bisfenol A (BPA), un producto químico que ha sido objeto de debate por sus posibles efectos adversos en la salud, especialmente como disruptor endocrino. Los especialistas advierten que estos productos químicos pueden liberarse del plástico más rápidamente bajo ciertas condiciones, entre ellas:

  • Exposición al calor: No se debe someter la botella al calor ni llenarla con agua caliente.

  • Desgaste: Las botellas desgastadas, agrietadas o con rayas profundas liberan químicos con mayor facilidad.

Este problema no se restringe únicamente a las botellas descartables, sino que también afecta a los termos o shakers fabricados con materiales plásticos.

Tipos de termos y botellas: La rosca, un imán para gérmenes

La investigación también analizó distintos diseños de termos y su capacidad para acumular bacterias. Se desprendió que el diseño de la tapa juega un rol fundamental:

  • Menos bacterias en el sorbete: Los termos con bombilla o sorbete suelen contener una menor cantidad de bacterias que aquellos que utilizan tapa de rosca o tapa a presión.

  • Posible explicación: Los expertos creen que esto se debe a que el agua gotea al fondo de la sorbete en lugar de quedarse atrapada y crear el ambiente húmedo que atrae a los gérmenes.

A pesar de esta diferencia, los investigadores remarcaron que, en general, el nivel de gérmenes en todos los termos plásticos de uso repetido sigue siendo peligrosamente alto si no se les aplica una higiene rigurosa.

La alternativa segura y claves para reducir riesgos

Para quienes buscan una opción verdaderamente segura y ecológica, los especialistas recomiendan el uso de termos y botellas fabricados con acero inoxidable. El acero es una mejor alternativa que el plástico, ya que no se agrieta, resiste mejor el desgaste y no tiene manchas difíciles de limpiar, volviéndose menos propenso a albergar gérmenes y liberar sustancias.

Para aquellos usuarios que se rehúsan a dejar sus botellas de plástico, las siguientes claves son esenciales para reducir los riesgos sanitarios:

  1. Higiene rigurosa: Lavar la botella a fondo inmediatamente después de cada uso, utilizando agua caliente y jabón.

  2. Evitar el calor: Nunca someter el envase al calor (sol directo, lavavajillas de alta temperatura) ni llenarlas con líquidos calientes.

  3. Vaciar y secar: No dejar la botella medio llena y húmeda en el bolso del gimnasio o la mochila, pues la humedad residual acelera la proliferación bacteriana.