Día no laborable el viernes 21: Empresas argentinas definen si se trabaja o es feriado

El viernes 21 de noviembre fue declarado día no laborable con fines turísticos por el Gobierno de Javier Milei. La diferencia legal con un feriado obliga a los empleadores a definir si se trabaja o no, generando diversas posturas en el sector privado.

Fin de semana largo y la diferencia legal: Día no laborable vs. feriado

El Gobierno nacional ha dispuesto un nuevo fin de semana largo en el mes de noviembre, que se extenderá desde el viernes 21 hasta el lunes 24. Este descanso surge del traslado del Día de la Soberanía Nacional —que originalmente se conmemora el jueves 20 de noviembre— al lunes 24, siguiendo la normativa que promueve el turismo mediante el movimiento de ciertas fechas conmemorativas.

La clave de la planificación recae en el viernes 21 de noviembre, que fue declarado día no laborable con fines turísticos mediante el decreto 1027/2024. El gobierno de Javier Milei decidió mantener la figura de día no laborable (el tercero y último del año) en lugar de un feriado puente, una decisión que, aunque busca fortalecer el turismo interno, traslada la responsabilidad de la jornada laboral al ámbito privado.

Es crucial, bajo la Ley de Contrato de Trabajo (20.744), la distinción entre ambos conceptos:

  • Feriados: Son de acatamiento obligatorio en todos los ámbitos. Si el trabajador presta servicios, debe percibir el doble de su salario habitual.

  • Días No Laborables: Quedan sujetos a la decisión de cada empleador. Si el trabajador presta servicios, recibe su salario habitual sin adicional. Si no trabaja, el día se considera libre sin necesidad de recuperación posterior.

La incertidumbre en el sector privado: Factores que pesan en la decisión

Debido a que los días no laborables no son de cumplimiento obligatorio, la situación laboral se vuelve diversa y puede ser desfavorable para el trabajador, dado que no implica el pago doble por asistir a sus tareas.

Alejandro Servide, director de Professional, Digital & Enterprise de Randstad para Argentina y Chile, explicó a El Destape que el abordaje de estos días es un tema relativamente nuevo y que no existen indicadores estadísticos claros sobre qué porcentaje de empresas opta por trabajar normalmente o por conceder el día libre.

Servide señaló que la implementación es muy diversa entre las organizaciones:

  • Día laborable full: Algunas compañías lo consideran una jornada normal.

  • Día de descanso: Otras lo consideran directamente como un feriado, otorgando el día libre.

  • Camino intermedio: Algunas implementan esquemas de media jornada laboral.

El especialista indicó que en la decisión final de cada compañía pesan fuertemente los siguientes factores:

Contexto económico y productividad

El condicionante más duro es el actual contexto económico y el margen que tiene cada organización. «Cuando la compañía necesita subir productividad o está con problemas económicos, es más probable que la decisión sea trabajar», explicó Servide. Asumir el costo ocioso de un día de no producción es un lujo que muchas empresas en picos de intensidad o con dificultades financieras no pueden permitirse.

Cultura y antecedente histórico

Hasta hace pocos años, la política de Estado incentivaba el turismo a través de los feriados puente, lo que facilitaba la decisión a las empresas. Al cambiar la figura a día no laborable, las organizaciones «aún no tienen todavía demasiada gimnasia para analizar los pros y contras» y se guían más por la cultura de la compañía y el momento específico del negocio.

Conflicto familiar y educativo

Un «tema de fondo» que impacta directamente en los trabajadores es el descalce que se produce entre el sector privado y el sistema educativo. En muchos casos, los establecimientos escolares sí consideran el día como no laborable, obligando a los padres y madres a resolver qué hacer con sus hijos en casa. Esta situación genera una tensión adicional en la conciliación entre la vida laboral y familiar.

En resumen, el viernes 21 de noviembre será un termómetro de la flexibilidad laboral en Argentina, donde la ley otorga la pelota a los empleadores para definir si los trabajadores pueden disfrutar del último fin de semana largo del año con fines turísticos o si deben cumplir con su jornada habitual.