Asesinato de Diego Fernández: nuevos testimonios vinculan a Cristian Graf, el principal sospechoso

La investigación por el asesinato de Diego Fernández Lima, un caso que ha conmocionado al barrio de Coghlan, apunta cada vez más a Cristian Graf como el principal sospechoso. La Fiscalía lo acusa de homicidio y de haber intentado descuartizar el cuerpo de la víctima. El hallazgo del cuerpo en una propiedad de la familia del acusado ha fortalecido las sospechas, mientras que amigos y cercanos a la víctima describen a Diego como un joven sin conflictos conocidos.

El testimonio de una amiga de la familia

Silvina Pedro, una amiga cercana a la familia Fernández Lima, expresó su sorpresa y dolor ante los acontecimientos. En una entrevista con El Diario, Pedro aseguró que no tenía conocimiento de ningún tipo de conflicto previo entre Diego Fernández y Cristian Graf. La mujer describió a la situación como una «gran incertidumbre» y señaló que la desaparición inicial del joven fue tratada por la policía como una «fuga de hogar», lo que complicó la búsqueda en sus primeras etapas.

Pedro, quien fue compañera de escuela de Diego, lo recordó como un chico «amable, que amaba el deporte y siempre tenía una sonrisa». Remarcó que los padres de la víctima se encuentran en una situación de profundo dolor y evitan consumir noticias sobre el caso para no verse aún más afectados. Su testimonio resalta el vínculo cercano que existía entre ambas familias y la amistad que unía a Diego y Cristian desde la infancia, una amistad que ahora se ha visto manchada por la tragedia.

Cristian Graf: el principal sospechoso

Cristian Graf, de 56 años, es el foco de la investigación. La fiscalía cree que es responsable de la muerte violenta de Fernández Lima y del intento de descuartizamiento del cuerpo. La conexión entre ambos jóvenes se remonta a la infancia, ya que fueron amigos desde la etapa preescolar y compartieron toda la escolaridad, incluso en la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 36 (ENET 36).

El principal indicio que ha llevado a la fiscalía a centrar su investigación en Graf es el lugar donde se encontró el cuerpo de Diego: una propiedad en Coghlan vinculada directamente a la familia del sospechoso, donde reside su madre. A pesar de los acontecimientos, la familia Graf continúa viviendo en la zona mientras la policía y la justicia avanzan con nuevas diligencias judiciales. La comunidad del barrio, consternada, sigue de cerca el desarrollo del caso, esperando respuestas sobre un crimen que ha sacudido la tranquilidad de la zona.