El caso Coghlan: un nuevo testimonio complica a Cristian Graf
Un albañil que trabajó en el terreno de Coghlan donde hallaron a Diego Fernández Lima declaró que Cristian Graf estaba "inquieto" y hacía "exigencias" extrañas, sumando más misterio al caso.

El macabro hallazgo de los restos de Diego Fernández Lima en un terreno de Coghlan, donde residió la familia de Gustavo Cerati, sigue sumando misterios. Esta semana, la causa sumó un nuevo y clave testimonio: el de un albañil que participó en las tareas de demolición y excavación en la avenida Congreso 3748. Su declaración ante la Justicia complica la situación de Cristian Graf, el hijo de la dueña del terreno.
Rolando Medina Rodas, el encargado de la obra, declaró ante el fiscal Martín López Perrando y luego brindó una entrevista al sitio LN+. En su testimonio, Rodas aseguró que Cristian Graf estaba «inquieto» y constantemente vigilando el proceso de la demolición. Su comportamiento levantó sospechas en el equipo, que notó algunas «exigencias» extrañas por parte de Graf.
El árbol que nadie podía tocar
Uno de los detalles más llamativos del relato de Medina Rodas fue la insistencia de Graf con respecto a un árbol en particular. «Yo tenía prohibido tocar y arrancar un arbolito que estaba en la medianera», relató el albañil. Según su testimonio, esta prohibición fue reiterada no solo por la constructora, sino directamente por Graf, quien hizo hincapié en el tema justo en el momento en que se demarcaba la línea para la nueva medianera.
La particularidad de esta vegetación, explicó Rodas, es que «estaba muy cerca de donde estaban los restos» de Diego, en un punto donde era «imposible esquivar» el árbol. El albañil describió a Graf «inquieto» y «dando vueltas» por el terreno contiguo a su casa mientras ellos trabajaban.
La teoría de la «tierra importada»
Cristian Graf, hijo de la dueña de la casa, intentó instalar la teoría de que los restos del adolescente fueron depositados allí accidentalmente, junto con tierra traída para la obra. Sin embargo, el testimonio del albañil desmintió por completo esta versión.
«Es mentira», afirmó Rodas de manera categórica. «Yo cargo todo el tiempo camiones con la máquina. Yo veo lo que cargo y lo que entra dentro del balde de la máquina. Y cuando vuelca un camión también se ve lo que cae», explicó.
El albañil, con su experiencia, argumentó que es «imposible que hayan caído de ahí sin que nadie se diera cuenta», ya que en la descarga se habrían desparramado los elementos, y habrían sido visibles al esparcir la tierra. «En las excavaciones hemos encontrado de todo, cosas antiguas, pero nunca algo así», reconoció.
La víctima: Diego Fernández Lima
El hallazgo de los restos de Diego Fernández Lima, un adolescente de 16 años desaparecido el 26 de julio de 1984, conmocionó al país. Su familia había reportado que había salido de su casa en Belgrano, vestido con uniforme escolar, para encontrarse con un amigo, pero nunca llegó a su destino. Los huesos, ropa y un reloj Casio con calculadora fueron las pistas que finalmente revelaron su trágico destino.
El testimonio de Rolando Medina Rodas añade una capa de complejidad al misterio, reforzando las sospechas sobre la actitud de Cristian Graf y desarticulando su versión de los hechos. La investigación avanza, y cada nueva declaración parece cerrar más el círculo en torno a los responsables de un caso que permaneció sin resolver por cuatro décadas.