Alarmante aumento de denuncias por violencia doméstica durante 2025
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha revelado un preocupante incremento del 9% en las denuncias por violencia doméstica durante el primer trimestre de 2025. El informe de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) destaca que el 73% de las víctimas son mujeres y el 36% son menores de edad, con parejas y exparejas como los principales agresores. La violencia psicológica fue el tipo más recurrente, presente en el 95% de los casos.

La creciente ola de violencia: Cifras que alarman a la sociedad
El más reciente informe trimestral de la Corte Suprema de Justicia de la Nación arroja cifras preocupantes sobre el incremento de la violencia doméstica en Argentina. Durante los primeros tres meses de 2025, la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) registró un aumento del 9% en las denuncias, alcanzando un total de 2.643 presentaciones formales que afectaron a 3.331 personas. Este incremento no solo se refleja en las denuncias, sino también en las consultas informativas, que sumaron 2.103, un 4% más que en el mismo período de 2024. Estas estadísticas subrayan la persistencia y el recrudecimiento de una problemática social que sigue demandando atención urgente y políticas públicas efectivas.
Las cifras revelan un patrón alarmante: la violencia doméstica afecta de manera desproporcionada a mujeres y menores. Del total de personas afectadas, el 73% fueron mujeres y el 36% eran niñas, niños y adolescentes. Sorprendentemente, un 53% de los 884 varones afectados eran menores de 18 años, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de la población infantil y juvenil frente a este flagelo. El informe también menciona la identificación de cuatro personas de género no binario entre las víctimas, de entre 30 y 49 años, incluyendo identidades como mujer trans/travesti y varón trans, evidenciando la amplitud del impacto de la violencia. La situación laboral de las denunciantes también es relevante: el 89% estaban económicamente activas, de las cuales un 77% tenían empleo y un 12% estaban desocupadas, lo que puede influir en la capacidad de las víctimas para salir de situaciones de violencia.
Perfil de agresores y lazos con las víctimas
El análisis del perfil de los agresores es crucial para comprender la dinámica de la violencia doméstica. De las 2.849 personas denunciadas, el 71% eran varones y el 29% mujeres. Es importante destacar la inclusión de 21 adolescentes, de entre 14 y 17 años, como sujetos activos de violencia, lo que resalta la necesidad de intervenir desde edades tempranas. El informe también detalla algunas características de los denunciados: al menos el 38% no había completado el nivel secundario, y la tasa de desocupación era del 30%. Además, se observó que el 31% presentaba consumo problemático de alcohol y el 29% de sustancias psicoactivas, factores que a menudo exacerban los episodios de violencia. Un 9% poseía armas y un 2% pertenecía a fuerzas de seguridad, datos que añaden una capa de complejidad y riesgo a las situaciones de violencia.
En cuanto a la relación entre agresores y víctimas, los vínculos de pareja o expareja fueron, con diferencia, los más frecuentes, representando el 47% de los casos. Dentro de esta categoría, el 74% correspondió a exparejas, el 22% a parejas convivientes y/o cónyuges, y el 4% a novios o novias. Los vínculos filiales (padres, madres, hijos) ocuparon el segundo lugar con un 33%, seguidos por otros tipos de relaciones (10%), familiares (5%) y fraternales (5%). Estos datos subrayan que el ámbito más peligroso para las víctimas suele ser su propio hogar y sus relaciones más íntimas, especialmente después de una separación.
Tipos de violencia y las consecuencias físicas y psicológicas
El informe de la OVD detalla los diferentes tipos de violencia identificados, destacando la predominancia de la violencia psicológica, presente en el 95% de los casos. Este tipo de violencia, aunque a menudo menos visible, deja profundas cicatrices emocionales y es un componente casi universal en las relaciones abusivas. La violencia simbólica y física estuvieron presentes en el 44% de los casos, lo que indica que en casi la mitad de las situaciones denunciadas hubo agresiones que dejaron marcas visibles o daños físicos directos.
Otros tipos de violencia registrados incluyen la violencia ambiental (30%), económica y patrimonial (26%), social (8%), sexual (7%) y la modalidad de violencia digital (4%). La diversidad de las formas de violencia subraya la complejidad de esta problemática, que va más allá de la agresión física y abarca múltiples dimensiones de la vida de las víctimas. Las consecuencias médicas de esta violencia son igualmente graves: de las 566 personas denunciantes evaluadas por profesionales médicos de la OVD, 511 presentaban lesiones de distinta gravedad, evidenciando el impacto directo en la salud física de las víctimas.
La respuesta judicial y las medidas preventivas urgentes
Ante el aumento de las denuncias, la justicia ha respondido con un incremento en las derivaciones y la disposición de medidas preventivas. La gran mayoría de los casos fueron remitidos al fuero civil, con un 99% derivado a la Justicia Nacional en lo Civil (JNC). Otros fueros también recibieron derivaciones, como la Justicia Nacional en lo Criminal y Correccional (12%), el fuero Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires (68%), y el Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (CDNNyA) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (27%).
Durante el primer trimestre de 2025, la JNC dispuso al menos 8.964 medidas preventivas urgentes en los casos derivados por la OVD. Estas medidas son fundamentales para proteger a las víctimas de nuevos episodios de violencia y asegurar su seguridad inmediata. Sin embargo, el continuo aumento de las denuncias y la persistencia de la violencia subrayan la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención, educación y asistencia a las víctimas, así como de garantizar un acceso rápido y efectivo a la justicia para romper el ciclo de la violencia doméstica. La sociedad argentina, en su conjunto, debe comprometerse a erradicar esta problemática que atenta contra los derechos humanos fundamentales.