Cómo detectar un intento de phishing: la guía definitiva para protegerte en línea

En el panorama digital actual, donde gran parte de nuestras vidas se desarrollan en línea, la amenaza de las estafas virtuales es constante. El phishing, una de las formas más comunes de fraude, busca robar tus datos personales y financieros. Con la ayuda de la inteligencia artificial, estos engaños son cada vez más sofisticados. Aprender a detectarlos es esencial para proteger tu privacidad y tu dinero.

Desarmando la trampa: claves para detectar el phishing

El phishing es una técnica de fraude digital donde los atacantes se hacen pasar por instituciones legítimas, como bancos, empresas o incluso el gobierno, para engañarte y que les entregues voluntariamente información sensible: contraseñas, datos bancarios o accesos a cuentas. Lo logran a través de mensajes y páginas web falsas, diseñadas para parecer auténticas.

Afortunadamente, hay señales claras que te permiten identificar estos intentos de estafa.

Desconfía de la urgencia y el miedo

Los mensajes de phishing suelen tener un tono urgente o alarmante. Frases como «actividad sospechosa en su cuenta», «pago pendiente» o «infracción no abonada» buscan generar miedo y presión para que actúes rápidamente, sin pensar. Los estafadores cuentan con que esta urgencia te impulse a hacer clic o ingresar datos sin verificar. Si un mensaje te presiona para actuar de inmediato, en lugar de calmarte, es una clara señal de alerta.

Examina el enlace antes de hacer clic

Aunque el mensaje parezca legítimo, nunca hagas clic directamente en el enlace. Antes de eso, pon el cursor del ratón sobre el enlace (sin hacer clic) y observa la URL completa que aparece. Los enlaces de phishing a menudo contienen términos sospechosos como «com-track», «com-toll» o extensiones de dominio inusuales como «.top» o «.cyou». Estas son señales de alarma que indican que podrías estar frente a un sitio fraudulento.

Verifica la URL completa del sitio web

Si decides abrir el enlace (con precaución), revisa con atención la URL en la barra de direcciones de tu navegador. Los sitios de phishing imitan el diseño de páginas oficiales, pero suelen cambiar sutilmente la dirección web. Por ejemplo, en lugar de «banco.com.ar», podrías ver «bancox.com» o «https://www.google.com/search?q=banco-argentina.com». Cualquier variación, por mínima que sea, es un indicio de que no estás en el sitio oficial. Nunca ingreses datos personales o bancarios en una URL que no corresponda exactamente al sitio legítimo.

No confíes ciegamente en el remitente

Las entidades legítimas no utilizan números de teléfono genéricos ni te solicitan datos personales (como contraseñas o números de tarjeta) por mensaje de texto o correo electrónico. Si el número del remitente parece extraño, o si el mensaje contiene errores ortográficos o gramaticales, es otro fuerte indicio de que se trata de una estafa. Desconfía si la comunicación parece poco profesional o inusual.

Utiliza siempre canales oficiales para verificar

Si recibís un mensaje o un correo electrónico y tenés dudas sobre su autenticidad, la forma más segura de proceder es verificar la información a través de los canales oficiales de la entidad. Esto significa que, en lugar de responder al mensaje sospechoso o hacer clic en su enlace, debes abrir la aplicación oficial de tu banco, ingresar a su sitio web tecleando la dirección directamente en tu navegador, o llamar al número de atención al cliente que figura en tu tarjeta o en la página oficial. Nunca sigas las instrucciones o respondas a comunicaciones que lleguen por fuera de estos medios verificados.

Mantén tu software de seguridad actualizado

Contar con un antivirus y un software de seguridad actualizados en tu celular o computadora es una capa adicional de protección. Estas herramientas están diseñadas para identificar sitios peligrosos, bloquear accesos no autorizados y alertarte sobre posibles amenazas. Asegurarte de que estén siempre al día es fundamental.

Educación y concientización: la mejor defensa

Finalmente, la mejor defensa contra el phishing y otras estafas es la educación. Cuanto más conozcas sobre estas técnicas y cómo operan los delincuentes, más difícil será que te engañen. Compartir esta información con tus amigos, familiares, y especialmente con adultos mayores o jóvenes, también contribuye a frenar estas campañas y a construir una comunidad digital más segura.