Impacto del cambio en la movilidad jubilatoria: ¿Cuánto ganarían hoy los jubilados con la ley anterior?

Si el Gobierno de Javier Milei no hubiese modificado la ley de movilidad jubilatoria en Argentina, la jubilación mínima sin bono se ubicaría hoy en $403.302, un 32,3% más que los $304.726 actuales. Un informe del CEPA revela cómo el cambio de fórmula, de combinación de recaudación y salarios a actualización por inflación, perjudicó el poder adquisitivo de los jubilados, especialmente en un contexto de inflación descendente.

El debate sobre el poder adquisitivo de los jubilados en Argentina se intensifica tras la devaluación de diciembre de 2023 y el posterior cambio en la ley de movilidad. La norma anterior, que ajustaba los haberes por una combinación de recaudación de la seguridad social e índice salarial, fue derogada por decreto del Gobierno de Javier Milei, que implementó una actualización por inflación. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) arroja luz sobre cuánto ganarían hoy los jubilados si no se hubiera producido este cambio.

La fórmula anterior y el momento del cambio

El documento del CEPA señala que la decisión de cambiar la forma de actualización de las jubilaciones se tomó «en el preciso momento en que la fórmula anterior podría haber significado una mejora real en los haberes, dado que ello ocurre en contextos de inflación descendente”. El esquema que regía desde 2021, con actualizaciones trimestrales, se basaba en el 50% de la recaudación de la seguridad social y el 50% de la variación de los salarios (Ripte o Indec, el que fuera mayor).

El informe explica que, si bien esta fórmula presentaba un rezago por nutrirse de indicadores pasados y tendía a la pérdida de poder adquisitivo en contextos de alta inflación, «en contextos de reducción de la suba de precios, es al revés». Por ello, el CEPA concluye que «no es casual que la fórmula se haya modificado cuando la inflación comenzaba a mostrar un sendero descendente».

La propuesta original del Poder Ejecutivo en diciembre de 2023, a través de la denominada Ley Bases, no era ajustar por inflación, sino suspender la fórmula y establecer ajustes discrecionales. Ante el fracaso en el Congreso para aprobar dicha ley, el Gobierno de Milei envió otro proyecto para ajustar por inflación, y finalmente, ante la falta de apoyo, estableció esta fórmula por Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).

El Gobierno sostuvo que la nueva fórmula era mejor que la anterior. Sin embargo, el CEPA compara la evolución de las jubilaciones con ambas normativas y concluye que «esto no es real».

Comparación de las fórmulas: el impacto en los haberes

El centro de estudios detalla la evolución comparativa:

  • Diciembre 2024: La movilidad anterior habría arrojado un incremento del 22,9%, mientras que el aumento efectivo por IPC fue del 10,7%.
  • Marzo 2025: La movilidad anterior implicaría un aumento del 16,8%, frente al 7,5% establecido por decreto.
  • Junio de 2025: La movilidad anterior implicaría un aumento del 13,0%, superando el 9,2% otorgado por IPC.

El estudio concluye que «la fórmula anterior, en el tiempo, hubiera sido superadora para los haberes jubilatorios, y se la eliminó intencionalmente antes de que se produjeran las mejoras”.

Así, en junio de 2025, con el aumento del 2,8% de la fórmula de Milei, la jubilación mínima (sin bono) se ubicará en $304.726. En contraste, de haberse mantenido la fórmula anterior, el haber mínimo se ubicaría en $403.302. Esto representa un 32,3% por encima de la jubilación actual si se hubiera mantenido la norma anterior sancionada por el Congreso en 2021.

El bono compensatorio, un monto estancado

Paralelamente a la modificación de la fórmula, el bono compensatorio que recibía el 70% de los jubilados fue congelado en $70.000 desde marzo de 2024, lo que ha «licuado mes a mes su capacidad de compra». Mientras que los haberes se incrementaron entre marzo de 2024 y junio de 2025 en un 127%, la jubilación mínima, incluyendo el bono, solo aumentó un 83%. El CEPA calcula que, de haberse actualizado en la misma proporción, el bono debería haber sido en junio de 2025 de $158.658, es decir, más del doble de su valor actual.

La evidencia sugiere que el cambio en la ley de movilidad, lejos de beneficiar a los jubilados, consolidó las pérdidas de poder adquisitivo acumuladas en períodos de alta inflación y evitó las mejoras que se hubieran producido con la desaceleración de los precios.