Jubilados de la mínima: ¿Cuánto aportaron a la «motosierra» de Milei en mayo?

Los jubilados que perciben la mínima en Argentina continúan siendo un pilar fundamental en la estrategia de ajuste del Gobierno de Javier Milei. Un reciente análisis de datos oficiales revela que, en mayo, cada beneficiario de la jubilación mínima aportó $84.340 a la "motosierra" presidencial, una cifra que ilustra la licuación del poder adquisitivo de estos haberes a través del congelamiento del bono complementario.

Desde marzo de 2024, el Gobierno mantiene inalterado el monto del bono para los jubilados del piso de la escala, mientras que el haber mínimo experimentó una suba del 120,48% en el mismo período. Esta disparidad provocó una notable pérdida en el ingreso de bolsillo de los jubilados, ya que el bono, que en marzo representaba una parte significativa del total, hoy se encuentra desactualizado.

La brecha entre haber y bono: un recorte evidente

Para contextualizar el impacto, en marzo de 2024, el haber mínimo era de $134.467, al que se sumaba un bono de $70.000, totalizando $204.467. En mayo de este año, la mínima ascendió a $296.481, pero el bono se mantuvo en los mismos $70.000, resultando en un beneficio de bolsillo de $366.481.

Si el bono de $70.000 se hubiera actualizado con el mismo criterio que el haber previsional, hoy debería ser de $154.300. Esto significa que la «motosierra» le quitó a cada jubilado de la mínima $84.340 en mayo, una diferencia que se traduce directamente en una menor capacidad de compra para un sector ya vulnerable.

El bono, el principal foco del ajuste en seguridad social

La Asociación Argentina del Presupuesto y las Finanzas Públicas (ASAP) confirmó esta tendencia en su informe de ejecución de abril, señalando que la reducción del gasto en el bono fue del 32,2%. Hace un año, el Gobierno destinaba $250.000 millones para complementar las prestaciones mínimas. A pesar de una inflación acumulada del 47% desde entonces, el monto asignado el mes pasado fue el mismo, lo que representa una baja real del 32% en el gasto en bonos durante el primer cuatrimestre de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior.

Según ASAP, las Prestaciones de la Seguridad Social, que incluyen jubilaciones y pensiones, constituyen casi la mitad del Gasto Primario nacional. La entidad subraya que, si bien estos fondos buscan cubrir las necesidades de los jubilados, también engloban programas de asistencia para los sectores más vulnerables.

Un sistema bajo presión y el efecto de la nueva fórmula

El informe de ASAP también destaca que, al cuarto trimestre de 2024, los Aportes y Contribuciones representaban el 58,8% del total de la estructura de financiamiento previsional, lo que indica una elevada presión sobre las finanzas públicas, ya que el sistema no se autosustenta con aportes específicos.

La actual fórmula de movilidad previsional, además, implica una caída en el poder de compra real de las jubilaciones, especialmente al considerar el repunte inflacionario de marzo. Mientras que el gasto en el régimen de reparto (que pasó del 18,4% al 23,3% del gasto primario) y las moratorias (del 11,5% al 14,9%) incrementaron su participación en el gasto primario de abril de 2024, el complemento para la mínima vio su peso reducido del 4,9% al 3,2%.

Esta dinámica subraya la estrategia gubernamental de ajustar las cuentas públicas a expensas de los ingresos de los jubilados de la mínima, quienes, mes a mes, ven cómo su poder adquisitivo se erosiona en pos de la tan mencionada «motosierra».