Consumo en supermercados profundiza su desplome y suma 15 meses de caída consecutiva

La merma en las ventas de las grandes cadenas se ubicó entre el 5% y el 7% en marzo, acentuando una tendencia negativa que persiste desde el inicio del gobierno de Javier Milei. La inflación persistente y los tarifazos complican un panorama que no vislumbra mejoras a corto plazo.

El consumo en los grandes supermercados del país continúa su marcada tendencia a la baja, registrando en marzo una nueva caída interanual que ya acumula 15 meses consecutivos. Fuentes del sector supermercadista confirmaron a este medio que la merma en las ventas durante el mes pasado se situó entre un 5% y un 7% en comparación con marzo de 2024, profundizando la crisis en el sector.

Este nuevo retroceso se produce, además, sobre una base comparativa ya debilitada, dado que en marzo del año anterior el consumo en supermercados había experimentado una caída del 7,3% según datos de la consultora Scentia. De esta manera, las ventas actuales se encuentran varios puntos porcentuales por debajo del punto más álgido de la recesión desatada tras las medidas de ajuste implementadas por la administración de Javier Milei.

La confirmación de este nuevo descenso interanual extiende a 15 meses la racha negativa para el consumo en supermercados. El último registro positivo se remonta a diciembre de 2023, un mes en el que la incipiente recesión solo impactó parcialmente, permitiendo un leve repunte del 1,4%. Desde entonces, la tendencia ha sido consistentemente a la baja, alcanzando un preocupante 22% de caída interanual en septiembre, de acuerdo con los datos de Scentia. Si bien en los meses posteriores se había observado una desaceleración en la magnitud de la caída, el dato de marzo vuelve a encender las alarmas.

A mediados de marzo, las fuentes del sector habían anticipado una caída cercana al 7%, aunque señalaron que este número se veía afectado por el cierre temporal de supermercados en Bahía Blanca debido a las inundaciones. Al excluir este factor, la caída estimada se ubicaba en torno al 5,5%. Sin embargo, con la paulatina reapertura de los locales en la ciudad bonaerense, se espera que este efecto se haya diluido, sugiriendo que la caída final podría ser más cercana al 7% y reflejar una contracción homogénea a nivel nacional.

Diversos factores explican esta nueva contracción en el consumo. A pesar de una leve recuperación de los salarios privados formales desde noviembre de 2023, los recientes aumentos tarifarios implementados por el gobierno en el segundo trimestre han obligado a los consumidores a destinar una mayor porción de sus ingresos al pago de servicios esenciales como luz, gas y transporte, limitando su capacidad de compra en otros rubros.

Adicionalmente, los datos de Scentia revelan que la caída del consumo durante el último año ha sido aún más pronunciada en los pequeños autoservicios independientes, lo que descarta la posibilidad de que la disminución en las ventas de los supermercados se deba simplemente a una migración de los consumidores hacia otros canales de compra. Esta situación se agrava al recordar que los programas de precios regulados, como Precios Cuidados, ya habían sido eliminados de las grandes cadenas de supermercados meses atrás, por lo que el flujo de clientes que estos atraían ya se había reducido significativamente.

La persistente caída del consumo en supermercados en marzo constituye una señal de alerta ante un panorama económico que no ofrece alivio en el corto plazo. La inflación, lejos de ceder significativamente, podría incluso acelerarse a nivel nacional, tal como lo anticipa el dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires para marzo (3,2%). Este escenario se ve exacerbado por las remarcaciones de precios que algunos comercios han implementado tras la reciente escalada de los dólares paralelos, lo que anticipa mayores presiones sobre el poder adquisitivo de los consumidores y dificulta una recuperación del consumo en el futuro inmediato.