Día Mundial de la Lectura: el poder transformador de los libros
Cada 7 de marzo, el mundo conmemora el Día Mundial de la Lectura, una fecha que resalta la importancia de este hábito en el desarrollo intelectual, emocional y social de las personas. Leer no solo es una herramienta fundamental para la educación, sino también una puerta abierta a la imaginación y la reflexión.

Desde tiempos inmemoriales, la lectura ha sido un pilar en la transmisión del conocimiento. Las civilizaciones antiguas registraban sus ideas en tablillas de arcilla, papiros y pergaminos, permitiendo que la sabiduría trascendiera generaciones. Con la invención de la imprenta en el siglo XV, el acceso a los libros se amplió de manera exponencial, democratizando el saber y facilitando el desarrollo de sociedades más instruidas.
En la actualidad, el hábito de la lectura enfrenta desafíos en un mundo dominado por la inmediatez de las pantallas y el consumo acelerado de información. Sin embargo, su relevancia sigue intacta. Estudios científicos han demostrado que leer fortalece la memoria, mejora la concentración y potencia la empatía al permitir que el lector se sumerja en realidades ajenas y comprenda distintas perspectivas.
El Día Mundial de la Lectura invita a reflexionar sobre la importancia de promover este hábito desde edades tempranas. La lectura en la infancia no solo mejora las habilidades lingüísticas, sino que también fomenta el pensamiento crítico y la creatividad. En este sentido, las bibliotecas, las escuelas y los espacios culturales juegan un rol clave en el fomento de esta práctica, acercando libros y generando espacios de intercambio literario.
Los formatos han evolucionado con la llegada de la era digital, ofreciendo alternativas como los audiolibros y los libros electrónicos. Si bien estos recursos han permitido un mayor acceso a la literatura, el libro impreso mantiene su vigencia. La experiencia sensorial de pasar las páginas, el aroma del papel y la conexión con la obra impresa siguen siendo irremplazables para muchos lectores.
Celebrar la lectura es también reconocer el valor de los escritores y editoriales que hacen posible la circulación de historias, ideas y conocimientos. Además, es un recordatorio de la necesidad de políticas públicas que garanticen el acceso a libros en todos los sectores de la sociedad, especialmente en comunidades vulnerables donde la alfabetización sigue siendo un desafío.
El 7 de marzo es una oportunidad para redescubrir el placer de la lectura, compartir un libro con otros y reconocer su poder transformador. Porque leer no solo informa, también inspira, educa y enriquece el alma.