Día del Bailarín de Tango: el legado de «El Cachafaz»

Un homenaje al arte del 2x4 y a una de sus máximas figuras

Cada 7 de febrero se celebra el Día del Bailarín de Tango, una fecha que rinde tributo a la danza rioplatense y a uno de sus exponentes más legendarios: José Ovidio Bianquet, conocido como «El Cachafaz». Su estilo marcó un antes y un después en la historia del tango, dejando un legado imborrable en la cultura argentina.

El origen de la celebración

El día elegido para homenajear a los bailarines de tango coincide con la fecha de fallecimiento de «El Cachafaz», ocurrido el 7 de febrero de 1942. Considerado el primer bailarín profesional del género, Bianquet fue una figura icónica de la época dorada del tango. Su talento y destreza sobre el escenario lo convirtieron en un referente indiscutido, cuyo arte quedó registrado en la película «Tango» (1933), el primer film sonoro argentino.

Desde muy joven, «El Cachafaz» mostró una pasión innata por el baile. Se destacó en los salones más prestigiosos de Buenos Aires, donde fue reconocido por su elegancia y técnica impecable. Su estilo se caracterizaba por la combinación de movimientos fluidos con figuras complejas, algo que lo diferenció de otros bailarines de su tiempo. Junto a su pareja, Carmencita Calderón, recorrió escenarios de Argentina y el mundo, dejando una huella imborrable en la historia del tango.

El impacto de «El Cachafaz» en el tango

La influencia de «El Cachafaz» trasciende décadas y sigue vigente en la actualidad. Muchos bailarines profesionales lo consideran una fuente de inspiración y un referente en la evolución del tango danza. Su legado se mantiene vivo a través de milongas, academias y festivales que celebran su arte y transmiten su estilo a las nuevas generaciones.

El tango, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009, es mucho más que un género musical: es una expresión cultural que combina la música, la poesía y la danza. En este contexto, la figura del bailarín ocupa un rol fundamental, y la celebración del 7 de febrero es un reconocimiento a su arte y dedicación.

Un día para celebrar la pasión por el tango

Cada año, el Día del Bailarín de Tango es una oportunidad para rendir homenaje a quienes han mantenido viva esta tradición. En Buenos Aires y otras ciudades del mundo, las milongas organizan eventos especiales, con exhibiciones de baile y encuentros donde se respira la esencia del 2×4.

A más de ochenta años de su partida, «El Cachafaz» sigue siendo una figura emblema del tango. Su legado perdura en cada giro, en cada abrazo de los bailarines que, con pasión y entrega, mantienen viva esta expresión artística que es símbolo de identidad argentina.